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A estas alturas, nadie puede dudar de la importancia estratégica que tiene la autovía de la SE-40 para Sevilla. En el tramo entre Dos Hermanas y Alcalá de Guadaíra continúan las obras, con una ejecución del 90%, según se ha publicado. Es un tramo importante, que enlazará el sur y el este de la provincia de Sevilla, entre dos núcleos urbanos muy poblados del área metropolitana. Es también un enlace entre la A-92 (la autovía que conecta a Sevilla con Andalucía oriental) y la AP-4 (la autopista que lleva hacia Cádiz, hacia el sur de esta parte de Europa y el norte de África). Pero la SE-40 también está destinada a facilitar la conexión entre el sur y el oeste; es decir, hacia Huelva y Portugal. Y ahí es donde nos encontramos con el problema de los túneles. Si no completan el enlace, la SE-40 será una autovía interrupta. O lo que es igual: un desperdicio de millones.

El Ministerio de Fomento, desde que está José Luis Ábalos como ministro, no sabe qué hacer para dar capotazos al problema de los túneles. El tramo de la SE-40 entre Dos Hermanas y Coria del Río debe atravesar el Guadalquivir, mediante un recorrido de 5 kilómetros. Para ello, se aprobó la construcción de cuatro túneles, dos por cada sentido, que fue considerada la mejor opción. Aunque después se ha visto que sale caro, en torno a 800 millones.

Esos datos se han publicado innumerables veces en este Diario, pero los recuerdo porque ahí está la clave de este despropósito. Confunden a la gente. La verdad es que los túneles no están ya en obras por su alto coste. Como no lo quieren reconocer, aluden a problemas técnicos, como “las filtraciones de agua” y “las dificultades de perforación” en el tramo del río.

Sin embargo, el Guadalquivir no es el río más difícil de atravesar del mundo. En otros países existen múltiples ejemplos de obras públicas mucho más complejas que estas. Insistir en esas dificultades, como si fueran insalvables, es dudar de la capacidad de la ingeniería española.

En otros países, incluso en el nuestro, existen ejemplos de recorridos de más de cinco kilómetros para cruzar un río, una bahía, o un mar, que han sido superados mediantes túneles o puentes. El túnel submarino más largo del mundo es el de Seikan, en Japón, que mide 53 kilómetros; y el segundo es el Eurotúnel del Canal de la Mancha, que enlaza el Reino Unido con Francia, y mide 50,5 kilómetros. Al lado de esos, los del río Guadalquivir en la SE-40 son de primero de Túneles.

Volvemos a lo habitual: se trata de dar coba a los sevillanos y a las sevillanas. Para ahorrarse los cuartos y no hacer nada.

José Joaquín León