EN los años de la Transición, alcanzó un gran éxito una obra teatral de Fernando Fernán Gómez, titulada Las bicicletas son para el verano. Fue estrenada en abril de 1982, en vísperas del Mundial de fútbol disputado en España, y medio año antes de que Felipe González entrara triunfalmente en la Moncloa. Algunos dijeron entonces: “¡La Guerra ha terminado!”. Pobres inocentes. En 1984, cuando Felipe ya llevaba dos años gobernando, y le faltaban 12 años más, la obra fue adaptada al cine, en una película de Jaime Chávarri. Recordaba una historia familiar, vivida en el verano de 1936. En eso hemos mejorado muchísimo, gracias a Dios, porque en 1936 hicieron una guerra contra el Frente Popular que ganó las elecciones, y ahora no quieren convocar otras elecciones aunque el Frente Popular no se pone de acuerdo.

Estos apuntes de Memoria Histórica básica los incluyo dedicados a la generación de la nueva política, que no vivió la Transición, ni el 36, sino que arrancó en el paraíso de Felipe, cuando la serpiente era ETA. Y viene a cuento de las bicicletas porque estamos en verano. Aunque los veranos de ahora no son como los de antes. En otros tiempos, los récords de temperatura estival se alcanzaban en Sevilla, pero el calentamiento global se ha llevado los récords de 44 grados a Zaragoza. Sevilla se ha enfriado un poco. Con lo cual apetece más montar en bicicleta.

Sevilla fue la mejor ciudad de España en carriles para bicis. Sevilla era como Ámsterdam, pero con más calor. Ámsterdam era como Sevilla, pero con un barrio rojo. Cosas así, gracias a que el tándem frentepopulista del PSOE e IU, formado ya en el siglo XXI por Alfredo Sánchez Monteseirín y Antonio Rodrigo Torrijos, empezó a construir carriles por doquier. Hasta 180 kilómetros de carriles para bicicletas dicen que hay en Sevilla. Pues bien, por lo menos alrededor de 140 kilómetros están que dan pena. Desde hace cuatro años los ciclistas emiten quejíos, no como el de Salvador Távora, sino como el quejío que te sale cuando intuyes que un bache puede ocasionar un crismazo de categoría.

Hace algunos días, Juan Espadas dijo que se han gastado más de 600.000 euros en trabajos de mantenimiento. Pero hace falta más. Los carriles no son eternos. Los carriles necesitan un gasto de renovación, que no fue previsto. Es otro problema gordo. Las bicicletas no van a ser para el verano; ni para el invierno tampoco.

José Joaquín León