EL Santísimo Sacramento volverá esta noche a su capilla de la parroquia de San Lorenzo, que ha sido restaurada tras un año y medio de trabajos. El párroco, Francisco de los Reyes Rodríguez López, en el acto de presentación a los medios de comunicación, recordó que lo más importante no es el extraordinario valor histórico artístico que tiene esa capilla del Sagrario, una joya de la pintura mural y el arte sevillano, sino que fue construida para dar culto al Santísimo. Una Hermandad Sacramental, siguiendo la locura eucarística que se atribuye a Teresa Henríquez, se empeñó en construir esa impresionante capilla (en realidad, son dos unidas), que tiene un excelente retablo dedicado a la Eucaristía y a la Virgen, con la bellísima Inmaculada italiana atribuida a Nicola Fumo, y en la que llaman la atención las recuperadas pinturas murales que inició Francisco Pérez de Pineda, y que culminó Domingo Martínez, junto a Gregorio de Espinal en 1718.

En el interesante reportaje de Juan Parejo que publicó este Diario, con las fotos y vídeos de José Ángel García, se puede apreciar la magnitud de la restauración. Como mencionó el hermano mayor, Ignacio Valduérteles (porque conviene destacarlo), lo ha acometido la Hermandad Sacramental de la Soledad de San Lorenzo sin ayuda oficial, con mucho cariño, eso sí, pero sin un euro de los organismos públicos. Es decir, que ha costeado los más de 250.000 euros gracias a donaciones, entre ellas de la Real Maestranza de Caballería, que tan vinculada está a la hermandad, y a fondos propios, que la Mayordomía ha buscado no sin dificultades.

En estos tiempos, es muy raro que las instituciones públicas, los organismos y los bancos patrocinen nada de tipo artístico. Dicen que prefieren atender a los pobres, que son como piedras vivas. Y a las piedras verdaderas que las zurzan, aunque sean piedras decoradas por grandes pintores y obras de arte en sí misma, como la que se reseña. Así están los tiempos.

Sin embargo, la Hermandad de la Soledad ha seguido atendiendo a las piedras vivas, así como ha revivido una capilla muy dañada. Porque la Comisión de Caridad también organizó una campaña extraordinaria del coronavirus, y gracias a sus hermanos, este año dedicará más dinero a atención social que en 2019. Sólo en alimentación ha duplicado el número de asistidos. Estos detalles hay que explicarlos de vez en cuando, para que vean que en las hermandades no nos dedicamos a jugar con pasitos, ni a pedir el dinero de las sillas por la cara, sino que funcionan para el bien común y por amor de Dios.

José Joaquín León