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EN Sevilla se habla y se escribe mucho del Metro y del tranvía, pero menos de la Red de Cercanías. Apenas aparece en el debate político para lamentar que todavía no exista una conexión de Cercanías entre la estación de Santa Justa y el aeropuerto de San Pablo; o para plantear una nueva estación en Palmas Altas, junto al Lagoh. El origen de esa anormalidad está en las competencias. El tren de Cercanías afecta básicamente al área metropolitana. Como el Ayuntamiento no tiene competencias más allá del término municipal parece que esas cuestiones le resbalan, como si la cuesta de Castilleja se quedara en el más allá. Por eso, el alcalde, Juan Espadas, y el líder de la oposición, Beltrán Pérez, discuten con más frecuencia sobre el Metro y el tranvía.

Sin embargo, para Sevilla es más importante contar con un buen servicio ferroviario metropolitano que las cuitas del tranvía, que suele ser una redundancia. Ya he comentado en varias ocasiones que la polémica por la ampliación del tranvía de San Bernardo a Santa Justa es absurda. Ambas estaciones ya se encuentran enlazadas por Cercanías, que además discurre soterrado en ese tramo; es decir, como un Metro. Y se llega en menos tiempo que dando una vuelta en superficie por Nervión, que es de los pocos lugares de la ciudad donde hay una parada de Metro de la línea 1. Las prioridades son otras.

Por eso, es muy interesante la propuesta que la Asociación para la Igualdad y la Mejora del Transporte (Apimt) ha planteado para mejorar la Red de Cercanías. La entidad que preside Joshua García-Avilés propone unos cambios que conectarían mucho mejor el área metropolitana de Sevilla y parte de la provincia. Un servicio con nueve líneas, que atendería un radio de acción superior al actual y con más eficacia. Por supuesto, los detalles son discutibles. Pero, en general, incluye mejoras muy convenientes. Además del mítico enlace entre Santa Justa y el aeropuerto, que también se debería realizar pronto.

Entre las posibilidades, estaría incorporar Osuna a la red de Cercanías, cuando supriman los servicios de media distancia a Granada. También dos nuevas líneas, prolongando la C-2 desde La Cartuja hasta Tomares y Bormujos. Y otra desde Santa Justa a Dos Hermanas, Alcalá de Guadaíra, Mairena del Alcor y El Viso.

Puede haber alternativas. Actualmente, el servicio de Cercanías es el gran olvidado del transporte público, aunque cientos de personas lo utilizan a diario. Y muchas más lo podrían aprovechar si mejorasen la oferta. Con un coste que sería muy inferior al de otras infraestructuras pendientes.

José Joaquín León