Ultimos vídeos

PUBLICIDAD
Kiefer 001
 

LA Gala del Espacio que ha conseguido el alcalde Espadas es de las buenas. A Sevilla han venido 22 ministros, no para jugar un partido de fútbol, sino para participar en la cumbre de la Agencia Espacial Europea. Teniendo como ministro español al astronauta Pedro Duque se entiende que es una ventaja para el sector. No es como tener a una médica en el Ministerio de Hacienda. Al enterarse de que la próxima misión a la Luna se está gestando en Sevilla, la gente pregunta que dónde hay que apuntarse. Tengan paciencia, que no irán tan deprisa. Y esto no es como hace cinco siglos, cuando Fernando de Magallanes estaba reclutando la expedición para dar la vuelta al mundo. A la Luna no va cualquiera. Como se vio con los yanquis hace medio siglo.

En esta conferencia de los ministros de la Agencia Espacial Europea van a aprobar un presupuesto de 15.000 millones de euros para invertir desde 2021 a 2026. España aportará 1.500 millones. Con ese dinero daría para construir siete u ocho túneles submarinos en la SE-40 (por no hablar de las líneas del Metro), pero es mejor mirar para el cielo que para el suelo. Tengamos altura de miras, por favor, que siempre se quejan los mismos. El sector aeroespacial es muy importante.

Traer esta cumbre a Sevilla ha sido un acierto. El sector aeronáutico no se dedica sólo a fabricar aviones, mientras la niña Greta se desplaza en un catamarán para asistir a la Cumbre del Clima en Madrid, como invitada por el Gobierno de Pedro Sánchez. El sector aeroespacial envía satélites a las alturas, que nos van informando del estado del planeta. Con sus datos elaboran las estadísticas del calentamiento global y los cataclismos. También se puede predecir mejor el tiempo, si viene una tempestad o una sequía. Incluso en Semana Santa. Ya se ha solicitado la Medalla de la Ciudad para José Antonio Maldonado (a la que me adhiero), que ha sido un pionero en interpretar los datos de los satélites. Salir o no salir, es la cuestión.

En Sevilla siempre ha gustado mucho la industria aeroespacial, desde los tiempos del Zeppelin. Ha sido una de las industrias punteras, quizá la que más. En la reunión que han tenido los alcaldes de ciudades aeroespaciales (previa a la Cumbre del Espacio), a la que asistió Espadas, aprobaron la Carta de Sevilla, en la que pidieron más inversión en tecnología e innovación.

Le debieron enviar otra carta a Greta, junto con un billete de avión. No vaya a ser que esta niña ponga de moda viajar en naos de América a Europa, como si fuera Magallanes, y hunda el negocio de la aeronáutica. Justo cuando Sevilla es la capital.

José Joaquín León