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VAN a reanudar las obras del Mercado de la Puerta de la Carne y van a denunciarlas por la tala de las 11 melias. El gafe continúa. La noticia de las obras es publicada dos o tres veces todos los años desde el siglo pasado. Sin embargo, el proyecto ha sido reformado en no sé cuántas ocasiones. En la Puerta de la Carne aparece un problema para cada solución. Cuando se soluciona uno, aparece otro. Los tres alcaldes del siglo XXI, Alfredo Sánchez Monteseirín, Juan Ignacio Zoido y Juan Espadas, no han con seguido cortar la cinta de inauguración de este centro gastronómico, cultural y turístico. Según los proyectos y los alcaldes unas veces se vende como más gastronómico que cultural y otras como más cultural que gastronómico. Pero siempre como un dinamizador del turismo en la Puerta de la Carne, que a esos efectos ya está dinamizada. No es como Palmas Altas.

El último problema para la solución anterior fue que el nivel freático estaba a menos profundidad de lo esperado, lo que obligó a otra revisión del proyecto. Ya ha sido visado por el Colegio de Arquitectos. Una vez aprobado por el Pleno, corresponde a la UTE que tiene la concesión buscar  al contratista para las obras. Obsérvese el proceso, porque todo estaba en marcha. Hasta que toparon con el nivel freático.

Y con las melias, las condenadas melias. Resulta que en la plaza existente delante del mercado (que no es una plaza, en realidad, ni está rotulada como tal) sobreviven 11 melias en penosas circunstancias. Ya se explicó la gran utilidad de estos árboles para el medio ambiente. Por si no estaba claro, las melias aparecieron un buen día con carteles, donde se denunciaba el arboricidio. Diversas asociaciones ecologistas, como Salvatusárbolessevilla, denunciaron que iban a guillotinar las melias para apropiarse de un espacio público por la cara y aumentar la edificabilidad. Ecologistas en Acción irá a los tribunales.

Mucho hablar de Madrid Central en el debate de investidura y dar vivas en el Congreso de los Diputados a las medidas medioambientales, mientras que en Sevilla el Ayuntamiento se ha mostrado dubitativo con las melias, cuya desaparición considera imprescindible para el proyecto. Con esto se aprecia, una vez más, la hipocresía social de las instituciones, que por un lado van a crear un museíto arqueológico en el antiguo mercado, y por otro van a ocupar el espacio de las melias.

Además, el proyecto no tiene en cuenta otros aspectos, como que esa zona carece de aparcamientos suficientes para una invasión masiva de aficionados a la cultura y a la gastronomía. Algún año se verá.

José Joaquín León