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ES sorprendente que los candidatos municipales pierdan el tiempo en hablar de proyectos utópicos, o en chorradas variopintas, mientras los problemas reales siguen pendientes. También en las infraestructuras. Proyectos muy importantes para la ciudad no van a tener solución a corto plazo. Es el caso del puente del Centenario y los túneles de la SE-40. Hay que agradecerle al director general de Carreteras, Javier Herrero, que por fin alguien haya contado la verdad. Este señor, además, conoce bien el caso, por sus vínculos sevillanos. Hay buena voluntad, pero no es suficiente.

En el puente del Centenario, los planes que maneja el Gobierno garantizan atascos para los próximos años. Según ha explicado Herrero, están trabajando en el cambio de los tirantes, con un coste estimado entre 90 y 100 millones, que permitirá incorporar un carril más. Ahora hay cinco (uno de ellos reversible) y con los nuevos tirantes se ampliarán a seis (tres en cada dirección). La obra se realizará sin cortar el tráfico (excepto en casos puntuales) y coincidirá con los primeros meses del Lagoh en Palmas Altas, el mayor centro comercial de Andalucía, ubicado en las cercanías del puente. En un lugar que habitualmente se colapsa todos los días a ciertas horas.

La verdadera mejoría para el puente del Centenario llegará cuando se pueda ampliar con estructuras laterales, para añadir dos carriles más en cada sentido. Así tendría 10 carriles (cinco en cada dirección). Para este proyecto, que según algunos técnicos se debería acometer a la vez, no hay fecha ni presupuesto. Por lo que tardará varios años. En cierta ocasión, me comentó un experto que la única solución sería construir un puente nuevo.

Se supone que cuando sea inaugurada la SE 40 completa, con los túneles bajo el río, habrá un alivio de los atascos en el puente del Centenario. Disminuiría bastante el tráfico, al encontrar alternativas más rápidas. El director general de Carreteras, Javier Herrero, también ha explicado que están buscando soluciones técnicas para los túneles. Pero no se ha definido aún la propuesta idónea, ya que hay dificultades, y lo que se ha planteado es muy costoso. Se solucionará, pero no se sabe cuándo. También hay quienes piensan que esos túneles no se van a construir jamás. No sólo por el coste, que se aproximaría a los 1.000 millones de euros, sino porque el ministro Ábalos ya habló de “buscar alternativas”. ¿Otro puente a la vista?

El atraso en las infraestructuras básicas no se limita sólo al Metro. Sevilla sigue perdiendo el tiempo, mientras otras ciudades se modernizan.

José Joaquín León