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EL calendario de la Cuaresma nos acerca al primer lunes, que es el día del Vía Crucis de las Hermandades. Este año lo preside el Señor de los Gitanos, una imagen con arraigada devoción, que por sí misma es un incentivo para que aumente la participación en la Catedral. Probablemente, también para llenar las calles, aunque esto debe ser secundario, ya que se organiza un acto penitencial participativo, que nunca debemos confundir con un paseo callejero en andas. Por muy devota que sea la imagen: o por muy preciosa que sea la túnica bordada en el taller de Caro que estrenó en 2019, y que recuerda a la que fue destruida en el asalto de la Guerra Civil, cuando también quemaron las imágenes titulares.

El Vía Crucis con el Señor de la Salud ha sido presentado como otra oportunidad. Estaba previsto que presidiera el acto penitencial en 2009, pero no pudo por la lluvia. Estaba previsto que participara en el Vía Crucis del Año de la Fe, en 2013, en el que iban a salir 14 pasos, y tampoco pudo porque fue suspendido precipitadamente ante la amenaza de chubascos. Para mañana, algunos pronósticos dan dado riesgo de lluvia, a causa de la borrasca Jorge, que esperemos no se confirmen y se disipen a última hora.

Vincular esta salida con las frustraciones anteriores me parece un error. En tal caso, el Consejo debería nombrar para el año 2021 al Cristo Yacente, del Santo Entierro, que tampoco pudo salir en 1986 por el riesgo de lluvia. Más coherente parece vincular la designación del Señor de los Gitanos con sus muchos devotos. No es la primera imagen que repite turno en el Vía Crucis de las Hermandades. Y algunos opinamos que deberían primar factores diferentes al turno rotatorio, a la complacencia de días y a intereses de delegados, que son ajenos al sentido penitencial y de misión en la ciudad que justifica esta convocatoria del primer lunes de Cuaresma.

El Señor de la Salud es una imagen con fuerza para a atraer a miles de sevillanos. Sale en un año en el que celebran efemérides muy importantes las hermandades del Gran Poder y la Macarena. Pero no se han dado las circunstancias para insistir con el Señor de Sevilla, que saldrá a los barrios marginados en octubre; o con el Señor de la Sentencia, que amplió el recorrido en su Vía Crucis extraordinario. Y han optado por otra imagen devocional de la Madrugada, como es el Señor de la Salud.

Habrá momentos muy bellos y fotogénicos, sobre todo en el itinerario de regreso, pero no olvidemos lo principal: es el Vía Crucis de las Hermandades de Sevilla.

José Joaquín Leòn