UNA vez más se ha visto que hay mucho talento desaprovechado en Cádiz. La Unión Europea estaba a la gresca para repartirse el parné. Decían que era una mesa de negociación de frugales contra gorrones. Los frugales eran Holanda, Austria, Suecia y Dinamarca; o sea, los países ricos del Norte, de ellos dos (suecos y daneses) con gobiernos socialistas. Los gorrones eran los demás, sobre todo España y los países arruinados del Sur. ‘Los frugales’ y ‘Los gorrones’ podrían ser los nombres de dos coros del Carnaval. O incluso de uno: ‘Gorronas y frugales’, como ‘Piconeras y franceses’, que da más juego. ¿Y cómo han resuelto este problema tan peliagudo en Bruselas? Organizando una reunión que parecía una final del Carnaval.
Empezaron a las siete de la tarde y terminaron a las cinco y media de la madrugada. Parecido a la final del COAC, aunque con horario europeo. Después de tantas horas, estaban en Bruselas como en el patio de butacas del Falla. Unos dando cabezadas y otros entonados. Todo el mundo esperando, a ver qué hay de lo nuestro, para irse a la Plaza a comer los churros de la Guapa. Angela Merkel comiendo churros debe ser un espectáculo, y Pedro Sánchez ya lleva lo churretoso incorporado de serie. Así que pasadas las cinco y media de la mañana dieron el cante: “En la ciudad de Bruselas….”.
Este jurado se ha portado de p.m. Los saltos de Pedro Sánchez y los de su coro eran dignos de ver. Se daban codazos, para no acabar como los jugadores del Fuenlabrada. Los besitos pasaron a la memoria histórica. Cuando anunciaron los premios, se supo que España recibirá 140.000 millones de euros, de los cuales 72.700 millones serán ayudas a fondo perdido. ¿Perdido, dice usted? Siempre se pierde algo por el camino. Los caminos de Bruselas, Luxemburgo y Suiza están llenos de peligros. Peor que Sierra Morena en los tiempos del Tempranillo.
Los premios han sido como los del Euromillón. La pregunta del euromillón es esta: ¿quedará algo para Cádiz? En la Zona Franca, ya se está frotando las manos Fran González, a ver si captan alguna empresa poyaqué. Y la Iti y la Edusi y todas esas de la pandilla, ni os lo cuento. Montarán una fiesta de ocio nocturno. ¿Y con qué cara van a decir que no les queda un euro para el Valcárcel recuperado? ¿Y el nuevo hospital?
Pero si es por frugalidad, que no se preocupen. Tenemos un alcalde, Kichi, que es el más frugal de todos. No corta una cinta de inauguración y quería frenar la inversión en hoteles. Por fin podrá entregar el Mirador de Santa Bárbara. Es ahora o nunca.
José Joaquín León