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ES natural que Juanma Moreno y Juan Marín hayan puesto el grito en los cielos de la Moncloa, al conocer el reparto de los fondos del Covid 19. Una vez más, le han dado el cobazo a Andalucía, esta vez con el Covid. En el reparto del sorteo le han tocado 597,6 millones de euros, que no están nada mal si se dice así, a bote pronto del Euromillones. Pero es una minucia si se compara con los 1.495 millones que le han correspondido a Madrid y los 1.246 millones para Cataluña. Ha pasado como en el Gordo de Navidad, que siempre toca en Madrid (mayormente en Doña Manolita, ahora Doña Isabelita, por la señora Díaz Ayuso) y en algunas administraciones de Barcelona (en esta ocasión la del afamado lotero Quim Torra). Por el contrario, a Andalucía, que es la comunidad más poblada de España, sólo le tocan las pedreas y las pedradas, y se conforma con los reintegros. En San Telmo están gafados. El jefe de las loterías trabajó con María Jesús Montero cuando era consejera. ¡Qué tiempos aquellos! Decía lo contrario de lo que dice ahora.

Se ha seguido el criterio de repartir más dinero a las comunidades más afectadas por la pandemia. Es decir, cuantos más muertos tengas por el coronavirus, más millones te tocan. Cuanto peor, mejor. Las desgracias atraen a la suerte. Por eso le han dado más millones a Madrid y a Cataluña. Porque hacerlo peor que ellos era difícil. Tener más desgracias y más colapsos que los hospitales madrileños y barceloneses era insuperable. Comunidades como Andalucía y Galicia, que lo hicieron mejor (sí, mejor) y que han tenido menos víctimas y los hospitales no tan colapsados como los del top 5 de España, han sido castigadas con una financiación peor.

Algunos dicen: los que sufrieron más colapsos y más víctimas han gastado más. Lo entendemos. Pero si a los que han cumplido los protocolos y cuentan con sistemas sanitarios más ajustados se dedican a fastidiarlos, la próxima vez lo tendrán muy difícil. Es lo de siempre: ¿igualamos por arriba o por abajo? Este Gobierno suele igualar por abajo. Mejor todos pobres. Es lo que se decía: cuanto peor, mejor.

La delegada del Gobierno, Sandra García, recuerda que habrá nuevas asignaciones de fondos. Es decir, señoras y señores de la Junta, permanezcan atentos, porque después del sorteo del Gordo de Navidad, que ha sido estupendo para las administraciones de Doña Isabelita madrileña y el Quim de Sant Jaume, vendrá el sorteo del Niño. Ya se intuyen los camellos en el horizonte, para que Elías Bendodo le pase los décimos por las jorobas, a ver si tienen más suerte y no les vuelven a dar coba.

José Joaquín León