HEMOS leído en la prensa (o sea, en el Diario) que este verano no van a funcionar los lavapiés ni las duchas en las playas de Cádiz, según ha confirmado…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
SE suele recordar que la Feria de Sevilla fue ideada por un catalán, Narciso Bonaplata, y un vasco, José María Ybarra. Por supuesto, no eran un catalán y un vasco independentistas, ni la Feria ganadera de 1847, con sus 19 casetas en el Prado, era como la de 2024. Sin…
FALTAN siete días para las elecciones en el País Vasco. Los de EH Bildu sueñan con ganar. Sería su primera vez. ¿Pasearán en gabarra? El mejor padrino para botarla sería Pedro Sánchez, que tanto les ha ayudado, hasta el punto de que ya pocos se acuerdan de que son los…
ESTE artículo le interesará a nuestro alcalde Juan Espadas, que ya es conocido en China por su video en la plaza de Tiananmen de Pekín. Ahora que ha pactado con el PP del candidato Beltrán Pérez y se ha sumado a los que piden un plan para construir la Red del Metro (como prometió la Junta, incluso con plazos de ejecución) sería una buena oportunidad para una visita de trabajo a Shanghái. Quien no haya viajado en el Metro de Shanghái no sabe lo que es un Metro de categoría. Y no sólo porque es el más grande del mundo, sino porque en hora punta, en un vagón, cabe toda la gente que hay en la plaza del Salvador un Domingo de Ramos para ver la salida de la Borriquita. ¿Cómo? No se sabe cómo, pero entran. El Cecop no existe allí.
RESULTA muy curiosa la foto de Felipe VI en el velocípedo eléctrico de tres ruedas que Torrot fabricará en Cádiz próximamente. Sucedió en la Andalucía Digital Week que se celebra en Sevilla. Ese evento no es como el congreso de Mobile World en Barcelona, ni mucho menos, pero ha servido para dar una imagen grata (y también favorable) de ese velocípedo que aportará más trabajo a la Bahía de Cádiz. Aunque ni de lejos creará tanto empleo como otros sectores industriales tradicionales (me refiero al naval y el aeronáutico, sobre todo), ni tampoco viene a cubrir el vacío dejado por Delphi, como alguien ha llegado a insinuar; ni siquiera por Altadis, en cuyos terrenos se asienta.
NO se podrá analizar la Semana Santa sevillana de las primeras décadas del siglo XXI sin repasar los artículos de Carlos Colón Perales. Pero ahí encontrarán mucho más, porque es la herencia de lo que nunca se debió perder. Entre todo lo que ha escrito, brilla un legado inconmensurable que está dedicado al Gran Poder y a la Macarena, dos de sus devociones principales que nunca ha ocultado. Por eso, el libro que ha publicado, Gran Poder y Macarena, con dos centenares de artículos que les ha dedicado en Diario de Sevilla, es una obra de referencia, en la que late el esfuerzo por vivir y por creer, el sentimiento de su autor.
PUBLICAR un artículo sobre la Ciudad de la Justicia de Cádiz en martes y 13 es casi tan duro como hacerlo un 28 de diciembre. Pero, a pesar de los temporales y de la renuncia de Teófila Martínez, hay otros asuntos. No se puede permitir que ese proyecto se cuele por la puerta de atrás, dándolo por inevitable. El decano del Colegio de Abogados de Cádiz, Pascual Valiente Aparicio, ha publicado una tribuna en la que deja claramente de manifiesto que no es el proyecto que necesita la ciudad. Estamos ante un parche que va a condicionar el futuro peligrosamente. Por ello, los sectores más afectados están en la obligación moral de impedirlo.
FALTAN menos de dos semanas para el Domingo de Ramos. Viendo el actual estado de la calle Amor de Dios (y su vecina Delgado) nadie supondría que estará terminada a tiempo de que puedan pasar las cofradías que la han incluido en sus itinerarios. Sin embargo, el Ayuntamiento garantiza que estará a punto. Se puede considerar casi milagroso. En la calle del Amor de Dios hay menos bares que en la calle Mateos Gago y menos turistas. Por ello, es una calle menos mediática, donde se puede fastidiar a todo el que pase por allí . Pero mira por dónde vamos a llegar a los días señalaítos, cuando termina el plazo.