SER gaditano de nacimiento es lo peor que te puede pasar para tener un reconocimiento en Cádiz. Desde que fue restaurada la democracia, todavía ninguno de los que han ejercido…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
LA primavera sevillana no se entiende sin la información meteorológica. De todos y todas es conocida la importancia que alcanza en la Semana Santa. Ser meteorólogo en esos días se puede considerar como una profesión de alto riesgo. No sólo por el desprestigio de equivocarse, sino por las críticas posteriores.…
FALTAN siete días para las elecciones en el País Vasco. Los de EH Bildu sueñan con ganar. Sería su primera vez. ¿Pasearán en gabarra? El mejor padrino para botarla sería Pedro Sánchez, que tanto les ha ayudado, hasta el punto de que ya pocos se acuerdan de que son los…
PRIMERO se tira la piedra y después se esconde la mano. Primero se pasan la presunción de inocencia por el forro y después se dice “¡ah!, pues no”. Primero se lanzan comentarios casi insultantes a un obispo jubilado (más que nada porque fue obispo) y después intentan que olvidemos las acusaciones falsas. Al archivar la causa contra el obispo emérito de Cádiz, Antonio Ceballos Atienza, por el caso de los ERE, la juez María Núñez Bolaños no sólo ha dado un carpetazo. También incluye unas consideraciones que dejan en muy mal lugar a quienes plantearon la acusación contra el obispo, por supuesto tráfico de influencias. Y que añadieron unos comentarios sin fundamento.
POR aquello de no confundir lo cultural con lo cultual, a veces las hermandades han tenido reticencias para organizar exposiciones con imágenes. Sin profundizar en ese asunto (que requeriría una larga consideración), es evidente que en los últimos años se han organizado exposiciones de todo tipo. Basta con recordar las de los últimos días. En el IAPH estuvo expuesto el Cristo de la Agonía, de Vergara (Guipúzcoa), tras su restauración. En el Círculo de Labradores se ha podido admirar el manto de la Virgen del Dulce Nombre, señorial y suntuoso tras su restauración por Jesús Rosado. En las salas bajas del Ayuntamiento se puede contemplar la magnífica exposición de la Hermandad del Amor.
HOY es el primer viernes de Cuaresma. Las fiestas del Carnaval llegan a sus últimos días. Aunque el dios Momo fue quemado el martes, tras el segundo pregón, el de Antonio Martín, que para muchos (entre los que me incluyo) fue mejor que el primero de las Chirigóticas. Esta es una más de las contradicciones de nuestro Carnaval, que en algunos aspectos necesita una revisión para la que falta valentía y sobra conformismo. En los meses siguientes a esta fiesta se hablará mucho de mejorarla, para que siga siendo casi igual porque no se atreven.
LOS políticos hacen política y buscan votos. Eso hay que tenerlo en cuenta al analizar algunas de sus propuestas, que a veces no coinciden con el interés general. Es interesante el debate que se ha planteado en el Congreso de los Diputados sobre el fin de las concesiones de autopistas. Algunos simples lo reducen a la polémica sobre la AP-4 Sevilla-Cádiz, cuando se trata de un problema nacional de amplio calado. Y no depende de que Teófila Martínez se quede o se vaya. La proposición que ha presentado Unidos-Podemos pide la nacionalización de las autopistas. Pero eso no significaría el fin de los peajes, ya que podría darse el caso de que los cobre el Estado directamente. Para que lo entiendan: municipalizar la limpieza en Cádiz tampoco significa que salga gratis a la gente. Lo público no es lo mismo que lo gratuito.
NICOLÁS Jesús Salas fue mucho más que un periodista, o un escritor que reveló secretos de la Sevilla del siglo XX. Nicolás era, ante todo, la desmesura, un volcán de energía que se proyectaba en lo que hacía, con vehemencia y con un ímpetu capaz de derribar los obstáculos. Podía ser intratable e imparable, o todo lo contrario. Podía ser un huracán que arrolla, pero siempre aparecía el hombre justo que no traicionaba sus principios. Suavizó y redefinió su personalidad con los años. Siempre fue un personaje excepcional, sin el cual no se puede entender el siglo XX en Sevilla: la segunda mitad por lo que hizo y la primera por lo que descubrió y difundió.