A estas alturas de la temporada, en el parón de Navidad, el Cádiz está mejor de lo esperado. Clasificado en cuarto lugar, en posición de eliminatoria de ascenso a Primera. Se sigue diciendo, con buen criterio, que el objetivo es la permanencia. El Cádiz ya tiene 30 puntos, por lo que con 21 ó 22 más (a falta de 23 partidos) estaría salvado. Sin embargo, la competición es muy larga y no se puede descartar un bache. El Cádiz, que es el mejor de los ascendidos de Segunda B, llegó a estar a 9 puntos del Reus y del Sevilla Atlético, a los que ahora supera. Aún queda mucho esfuerzo por delante. Y es imprescindible reforzar el equipo.

En la mejoría del Cádiz, según avanzaba la competición, han influido dos cuestiones primordiales. La primera ha sido la adaptación de futbolistas como Sankaré, Abdullah o Brian Oliván. No es el caso de Ortuño, que se adaptó desde el minuto 1. Ni de Aitor, que es el mejor revulsivo desde la pretemporada. Por el contrario, otros fichajes no se han terminado de acoplar. Y el otro factor importante ha sido la preparación física. En las últimas jornadas, el Cádiz ha ganado porque fue más fuerte que el Alcorcón, el Córdoba o el Sevilla Atlético, a los que remató en los últimos minutos.

Para la segunda vuelta, el Cádiz necesita como prioridad un mediapunta, un lateral derecho y un centrocampista talentoso. También sería útil un tercer central. Migue ha respondido mejor que Servando. Una lesión o mala racha de Aridane o Sankaré podría ser funesta. En las otras posiciones ni siquiera hay debate. El mediapunta que acompañe a Ortuño no ha existido. Me refiero a alguien que nos recuerde a Pavoni o Lucas Lobos, para entendernos. Rubén Cruz lo ha intentado con intermitencias. Güiza tiene limitaciones físicas, aunque cumple y merece más minutos.

Santamaría ha funcionado como sustituto de Ortuño; es decir, como ariete. Pero nuestro goleador es insustituible. Álvaro Cervera reconoce que no le da al vasco los minutos que debería. Un cedido que no juega tiene muchas papeletas para irse. Si se va, y se lesionara Ortuño, lo lamentaremos. Ha faltado habilidad para gestionar esa suplencia.

En el lateral diestro, Carpio ha mejorado, pero no estuvo bien en varios partidos. Juanjo no puede ser su relevo. Es un jugador fichado para Segunda B. Al igual que otros sin sitio. Resolver esas salidas es otra prioridad. Es un lastre que ha perjudicado al Cádiz. Aunque renovar a todos, antes de la fase de ascenso, fue una medida inteligente de Manuel Vizcaíno. Los casos de temporadas anteriores eran terribles.

Por delante del Cádiz sólo están dos equipos descendidos de Primera (Levante y Getafe) y uno que ha estado cerca de subir (Girona).No se debe exigir la lucha por el ascenso, porque crearía tensiones innecesarias. Sin embargo, el proyecto se hizo para llevar al Cádiz a Primera cuando sea posible. En las cuentas presentadas se vio que la Segunda B es ruinosa y que en la Segunda A no caben alegrías de gastos. En el fútbol las oportunidades no llegan cuando más interesan, sino cuando se presentan.

José Joaquín León