SOY de los pocos articulistas que no había escrito nada del fallecido Maradona. Algunos me lo han preguntado: ¿”Cómo usted, que es aficionado al fútbol, no ha publicado un elogio fúnebre de Diego Armando Maradona?”. Pues precisamente porque ha sido un personaje con aristas y contradicciones. Como futbolista era el mejor de su tiempo, aunque se le sobrevalora cuando afirman que fue “el mejor de todos los tiempos”. También se ha dicho de Pelé, Cruyff y Messi, que han sido los mejores de sus respectivos tiempos. Pero el Maradona futbolista era un personaje diferente fuera de los terrenos de juego. En muchos momentos fue esperpéntico e impresentable.

A Maradona se le ha perdonado casi todo, incluso que marcara un gol con la mano, que ahora sería anulado por el VAR. Bueno, si se lo marcaran al Cádiz igual no lo revisaban, pues no todas las manos son de Dios, ni todos los clubes tienen la misma mano con los arbitrajes, ni con las revisiones del VAR, que algunas veces cierra sin toque de queda. A Maradona se le ha perdonado mucho, quizá demasiado, y no se entienden los motivos, aunque te los puedes imaginar.

Este artículo lo escribo por las reacciones posteriores, que han sido curiosas. El sábado pasado le enseñaron la tarjeta amarilla a Messi por mostrar una camiseta histórica del Newell’s, tras marcar un golazo maradónico, con el que homenajeó a Diego Armando. Esperemos que el próximo sábado, ante el Cádiz, no insista. Pero también ha sido noticia el desprecio de una futbolista de un equipo femenino de Segunda nacional, que se sentó y se volvió de espaldas para no respetar el minuto de silencio por Maradona. Ha sido de pena lo que hizo Paula Dapena, cuyo apellido facilita el tonto juego de palabras. Ella ha disfrutado su minuto de gloria, al decir que lo hizo (“y lo volvería a hacer mil veces más”. añadió) por considerarlo “un violador, pedófilo, putero y maltratador”. Y tan a gusto se quedó.

La muchacha ha salido más feminista radical que Irene Montero, y le ha atribuido más delitos de los conocidos. Algunos la han calificado de podemita, lo que parece incierto, teniendo en cuenta que en los telediarios podemitas Maradona fue muy elogiado y pusieron imágenes en las que se le veía con Fidel Castro, Hugo Chávez, Evo Morales y Lula da Silva. Como si Diego Armando fuera una versión reencarnada de Simón Bolívar transmigrado con el Che Guevara.

Es raro que una feminista heavy critique a un pelotero tan de izquierdas, y es raro que un izquierdista sea un azote de mujeres. Algo no cuadra. Aunque Maradona sólo era admirable cuando jugaba al fútbol.

José Joaquín León