LOS negacionistas y la gente maliciosa no se creen las cifras que dan los gobiernos en la pandemia. ¿Qué gobierno? Los 17 de la cogobernanza, incluida la Junta de Andalucía, y el desunido de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. Los negacionistas y la gente maliciosa dicen que el número de los muertos sube y baja, según los días, y que la tasa de contagios sube y baja, según conviene. Teniendo en cuenta que ya se sabe lo que ocurre: a las dos semanas de un puente festivo o unas vacaciones llega una nueva ola, modelo maremoto de la Palma; y a las dos semanas de haber cerrado todo lo que abría pues empezamos a desescalar otra vez, hasta la siguiente. Estas oscilaciones, de por sí pesadas, se han notado bastante en Cádiz y en Jerez, entre otros municipios de la provincia.

El barómetro de los cierres perimetrales está cuestionado, como si fuera el barómetro del CIS de José Félix Tezanos, que siempre le concede unos puntos de más a su querido PSOE, y que dijo que Salvador Illa ganaría las elecciones en Cataluña, un poco mejor despachado de lo que realmente ocurrió. Pero los barómetros del confinamiento perimetral no sirven para las elecciones, sino para ganar o perder movilidad y aforos en cada municipio. Y ahí es donde han ocurrido fenómenos portentosos.

Pongamos un ejemplo: en la segunda quincena del mes de enero la tasa de contagios en Jerez (y en San Fernando) llegó a rebasar los 1.000 casos por 100.000 habitantes y era muy superior a la de Cádiz capital. Sin embargo, según se acercaba el Carnaval en febrero, la tasa capitalina iba subiendo progresivamente, a pesar de que se ha suspendido todo lo que otros años se festejaba: la Pestiñada, la Erizada y demás. De modo que se llegó a las fechas carnavalescas con Cádiz superando a Jerez, y con un confinamiento perimetral a ultranza. Hoy termina el cierre, cuando no hay peligro de Carnaval. Todo va mejor a una semana del 8-M, casualmente.

¿Por qué Jerez subió mucho en enero y bajó en febrero? ¿Por qué Cádiz estaba mejor en enero y peor en febrero? Otra curiosidad es que Alcalá del Valle y otros municipios de la Sierra son de los más confinados en las listas negras, pero no han alcanzado todavía la inmunidad de rebaño payoyo. La ciencia de Fernando Simón y sus discípulos, y la evolución del Covid 19 en esta provincia, recuerdan a los antiguos ovnis, que aparecían y desaparecían, nadie sabe cómo.

Yo no digo que las cifras se manipulen según qué fiestas, sino que deben explicar los motivos. Para no alentar el negacionismo y el cachondeo. Estamos a un mes de la Semana Santa. A ver qué pasa...

José Joaquín León