LA provincia de Cádiz ha batido el récord de España de sanciones en el llamado puente de San José. Más de 500 propuestas de sanción fueron tramitadas por saltarse las medidas y viajar sin motivos esenciales. Curiosamente, Andalucía fue la comunidad con más sanciones de España (2.279) en esos tres días. Recordemos que en Andalucía no hubo ningún puente festivo, sino un fin de semana corriente, como los demás. Traducido significa que miles de madrileños (donde sí era festivo el puente) han viajado irregularmente a las costas de Andalucía, y singularmente a las de Cádiz, seguida de la Costa del Sol malagueña, que ha sido la segunda provincia con más sanciones por actividades subversivas de la Covid 19.

Ahora dirán que la culpa es de Isabel Díaz Ayuso, a la que critican todo. Cuando no había camas porque no había camas. Cuando inventó de la nada el hospital Zendal porque era un hospital fantasma. Podían aprender aquí los compañeros de la Junta para Puntales. Pero se hablaba de los madrileños, que se lo están pasando la mar de bien con las elecciones autonómicas, en la que destacados líderes se juegan el pellejo político, como el ex vice Pablo Iglesias, o el profesor Gabilondo (al que le están buscando un disfraz de Tierno Galván que le queda ancho), o Edmundo Bal (al que se le pone la cara de kamikaze), y así los demás. Con lo cual los madrileños, al llegar la Semana Santa, van a salir pitando a las playas, ya lo verán. Y mayormente al Novo, a Roche, a Vistahermosa, a Bolonia y otras así. Puede que incluso a la Victoria, donde se inaugurará el Domingo de Ramos la pretemporada playera con confinamientos perimetrales de las provincias. Sólo para el disfrute de gaditanos empadronados en esta provincia sin penitentes.

Sucede que la gente ya está harta. La gestión es irracional y favorece que un sector del pueblo salga a las calles y no atienda a razones. Ese será un gran obstáculo para la temporada de primavera y verano. Ya han visto lo que sucedió en Marsella (Francia), donde 6.500 personas salieron a celebrar el Carnaval en plena Cuaresma. Y mientras el comisario europeo de Mercado Interior, Thierry Breton, diciendo que alcanzaremos en verano la inmunidad de rebaño en la UE, y que van a llegar millones de vacunas en las próximas semanas.

Ese es otro problema: ya casi nadie cree lo que cuentan las autoridades incompetentes. Vivimos en una anarquía, con fiestas a tutiplén, con unos que se pasan de listos y otros que se quedan de tontos. En esa coyuntura, el desmadre campeará a sus anchas. Seguirá la temporada de multas.

José Joaquín León