VIENDO la clasificación de la Liga de Primera División, se observa que el líder es el Girona y que el Cádiz está en zona de descenso a Segunda. Esta clasificación hubiera parecido una inocentada a principios de temporada, ya que se suponía que ambos clubes pelearían por evitar el descenso. Sin embargo, los gerundenses, con 52 puntos, ya están salvados, y aspiran a disputar el título de Liga (con permiso del VAR del Bernabéu) y a jugar la Champions League la próxima temporada. Algunos dicen que el Girona es el filial del Manchester City y que el Cádiz es el fruto de una locura por el balón, en la que pocos entrenadores confían, pues no quieren venir ni a palos. Pero lo del Girona tiene un mérito impresionante.
En Girona hay 104.320 habitantes. Menos que los de Cádiz, que todavía cuenta con 111.811. Y no olvidemos que el Cádiz CF es el club de la Bahía, donde viven en torno a 500.000 habitantes, sin contar Jerez, donde también residen algunos abonados. Mientras que la comarca del Gironés no llega a 200.000 habitantes. Los diez municipios más habitados de Cataluña son, por este orden: Barcelona, Hospitalet de Llobregat, Terrassa, Badalona, Sabadell, Lleida, Tarragona, Mataró, Santa Coloma de Gramanet y Reus. Girona es el undécimo. Como se puede ver, los cinco más habitados son Barcelona y cuatro de sus proximidades. Girona es la menos poblada de las cuatro capitales catalanas.
No obstante, tienen al Girona FC en Primera de fútbol y al Básquet Girona (cuyo presidente es Marc Gasol) en la Liga ACB. El mérito del Girona de fútbol es innegable y admirable. En su estadio de Montilivi caben 14.248 espectadores. Es el de menos capacidad de la Liga española. Para el Cádiz, es un gran ejemplo de ese salto de calidad al que a veces ha aludido Vizcaíno, y que sonará a fracaso si este año desciende.
Girona es una ciudad que no figura entre las más apreciadas por el turismo español. Quizás por motivos políticos, por haber tenido independentistas gobernando el Ayuntamiento desde 2011, cuando Carles Puigdemont llegó a la Alcaldía. Sin entrar en matices políticos, Girona es una ciudad recomendable para visitar, con la Catedral, el barrio de El Call (antigua Judería), y el paseo del río Oñar, con sus típicas casas de colores, entre otros atractivos. Si la comparamos, Cádiz es más bonita en lo paisajístico y lo artístico; pero la renta gaditana es inferior y se nota.
En lo futbolístico, la comparación actual es odiosa. Basta con mirar la clasificación. O ver un partido del Girona y otro del Cádiz.
José Joaquín León