ASÍ como Johnny cogió su fusil (en la película de Dalton Trumbo), Pedro Sánchez ha cogido su coche, y se irá por las Españas a ver si remata la eutanasia del PSOE. La primera parada fue en el programa de Jordi Évole, un sitio de confianza. Allí se aclaró que lo suyo ha sido una conspiración judeo masónica del Ibex 35, el diario El País y Susana Díaz. Pedro odia al PSOE de Andalucía, del que recuerda que apoyó a Zapatero en tiempos de Chaves. Olvida que Zapatero tenía como responsable de la economía a Pedro Solbes, que le daba confianza al Ibex 35. Aunque no descubrió la crisis a tiempo. Zapatero tampoco era como Pedro Sánchez, que se ha convertido en el monaguillo de Pablo Iglesias, y lo quiere llevar bajo palio, de tú a tú, echando incienso hasta la Moncloa.

El problema principal de Pedro Sánchez es que ya está muy visto y muy calado. Quiere reconstruir el partido del no es no bajo la premisa falsa de que ha sido fiel a su palabra. Cuando ha sido el más mentiroso de todos. Primero dijo que estaría en la oposición, después intentó un cambalache con Ciudadanos a ver si colaba con Podemos, en junio dijo que nunca pactaría con los independentistas, y al final buscó un acuerdo con Podemos y con los independentistas. Por eso se lo cargaron.

Por eso, y porque estaba construyendo el PSOE de los perdedores, a mayor gloria de Podemos. Pedro Sánchez consiguió los peores resultados de la historia del PSOE en diciembre de 2015. En junio de 2016 los empeoró más todavía. Si ustedes se fijan, casi todos los que apoyan a Pedro Sánchez han sido ya sorpassados por Podemos. Lo apoya el PSC, al que ha hundido Iceta hasta unos niveles fangosos y bochornosos; lo apoya una parte de los que han convertido al PSOE en el cuarto partido de Madrid; lo apoyan los que llevan toda la vida acomodados a la oposición en Castilla y León; o los vascos que perdieron el poder con Patxi López… En Andalucía, fue apoyado por la asamblea local de Cádiz, donde gobierna Kichi el de Podemos, gracias a ellos. Todos así. Por el contrario, estos socialistas de base ponen a parir a Felipe González, que gobernó 24 años en España y a Susana Díaz, que fue la más votada en las elecciones andaluzas.

Si se construye un PSOE sucedáneo de Podemos, la buena gente votará a Podemos, que es el original. Quien lo copia, ya se sabe. Por el contrario, el PSOE ha sido el partido que ha gobernado más años en España gracias a que se asentó en el centro izquierda y buscó el apoyo de las clases medias. Un PSOE bananero es imposible. Por lo cual Pedro Sánchez y su PSOE de los perdedores también lo es. Las bases deben tener un poco de altura para no quedarse en el suelo.

José Joaquín León