PREGONAR la Semana Santa de Sevilla es un reto difícil. También lo es pintar el cartel anunciador. A todos los pregoneros y a todos los pintores se les dice: “Debes ser tú mismo”. Y eso significa que un señor o una señora que jamás ha escrito un verso no deberían imitar a Antonio Rodríguez-Buzón. O que un pintor abstracto no debería presentar un Cristo como el de Velázquez. Vamos a centrarnos en el Pregón. Hoy Juan Miguel Vega asume el reto con la garantía de conocer bien lo que lleva entre manos. Ha puesto la voz y la palabra a la Semana Santa en infinidad de ocasiones.

Las voces de Juan Miguel Vega y Fran López de Paz fueron las que asumieron un reto mayúsculo, mucho más que el Pregón: retransmitir, a través de Canal Sur Radio, toda la Semana Santa de Sevilla en El Llamador. El mayor acierto de ese programa fue informar todos los días desde que salía la primera hasta que entraba la última. Algo novedoso y que no estaba al alcance de otras emisoras de radio.

Pasaron los años. Juan Miguel Vega es director de Canal Sur Radio. Ahora vive la Semana Santa de otro modo, pero con responsabilidad profesional. En su trayectoria, también ha escrito en prensa. Ha participado asimismo en algunos pregones, no demasiados, porque prodigarse es un error. Ha cumplido los ritos previos al Pregón, con una particularidad en la que ha sido valiente. Recibió a las autoridades en la casa hermandad del Amor, a la que está vinculado como cofrade. Ya no acuden tantos invitados a la casa del pregonero, pero es complicado de atender.

Llegado ya el día, estamos ante un pregonero muy fiable, de plenas garantías, que dejará huellas positivas. En la previa, vuelven a surgir voces que plantean cambios frente a lo que consideran inmovilismo del Pregón. El delegado de Fiestas Mayores, Manuel Alés, dijo en este Diario que le gustaría que pudieran adquirir las entradas del Pregón más personas. Pues sólo hay una forma de conseguirlo: buscar otro recinto más amplio. ¿Se podría organizar en el estadio de la Cartuja, como si fuera un concierto de Manuel Carrasco? Allí no habría problema de aforo, pero no es eso, ¿verdad? También está Fibes, donde las protestas serían mayores que las del cambio desde el teatro Lope de Vega al teatro de la Maestranza. Está asumido, pero en los años 90 consideraban que era un teatro más frío que fino, como diría Miguel de Unamuno, que nunca fue pregonero.

El Pregón podría reconvertirse en un show variopinto. Se me ocurren muchas posibilidades. Pero sería un espectáculo, no un pregón. Parece que el formato actual no es malo, porque en otros pregones (y ya hay decenas y decenas) suelen copiarlo. Podrían ser diferentes, si el modelo actual no les pareciera el mejor de los posibles.

El Pregón tiene su rito y su estilo. Debe tener también su medida, como las faenas de los toreros. Si se prolonga demasiado, termina hartando. Un pregón no es igual sobre el papel que sobre el escenario. Y tan rancio no resultará, cuando en otros eventos del teatro, como la entrega de los premios del 28-F, se repite parcialmente el esquema formal, con personas sentadas en el escenario y el presidente de la Junta en modo pregonero.

Al Pregón de la Semana Santa de Sevilla, con este formato, le quedan varios años.

José Joaquín León