A la gastronomía sevillana la tienen discriminada en las guías, así se encomienden a Dios o al diablo. En la Guía Michelín, Sevilla y su provincia se quedaron entre las peores de Andalucía. Y lo más chocante es que la Guía Repsol ha inventado este año unos soletes de Navidad para repostería de conventos de clausura españoles, en los que han incluido a 27 de la península y las islas. Entre ellos, sólo uno de Sevilla y su provincia: el de las jerónimas de Santa Paula, del que destacan que son especialistas en “elaboraciones frutales, como las cremas, las mermeladas y las gelatinas”. Y los dulces de membrillo, se podría precisar, que junto a las mermeladas es lo que les ha dado más fama.

Pero incluir sólo a un convento de Sevilla, entre los 27 españoles que destacan, es una discriminación enorme. Sevilla es la capital de España en la venta de dulces navideños conventuales. Desde hace 41 años se celebra una muestra de esos productos en el Real Alcázar durante el puente de la Inmaculada. Este año se podrán adquirir desde mañana hasta el lunes 8. No sólo sevillanos, sino muchos visitantes andaluces y turistas españoles y extranjeros conocen las bondades de esos dulces navideños.

Los que hicieron el ranking de los soletes le pudieron preguntar a la periodista Gloria Gamito, que es la experta sevillana en esos dulces, de los que empezó a escribir hace cuatro décadas. Y no vamos a discutir la calidad de otros conventos españoles en esta materia. Pero parece que han querido contentar a todas las regiones y a todas las órdenes.

No están entre esos 27 soletes las yemas de San Leandro, que se las regalaba el arzobispo Saiz al papa Francisco. Ni los pestiñitos de las carmelitas de Santa Ana, ni los bollitos o los roscos de Santa Inés, ni los naranjitos de Madre de Dios, ni los surtidos de San Clemente... Y si nos vamos a la provincia, es inexplicable que no estén las kirschetas de las jerónimas de Constantina, entre otros. Y no sólo hacen dulces para Navidad. Según el eximio poeta Joaquín Caro Romero, las mejores torrijas de Sevilla son las del convento de Santa María de Jesús, en la calle Águilas. Teoría que probablemente sea cierta.

Entre soles y luna, sólo una. Lo mejor es ir al Alcázar, donde participan 19 de los 38 conventos de clausura que todavía quedan en la Archidiócesis, y que cada cual lo descubra por su cuenta.

José Joaquín León