HOY comienza la XXIII Exposición de los Dulces de Conventos en el Alcázar, en la que participan 20 monasterios de Sevilla (8 de la capital y 12 de la provincia). Los de la capital son Santa Inés, Santa Paula, San Leandro, Madre de Dios, San Clemente, Santa Ana, El Socorro y Santa María de Jesús. Casi nada al torno. Porque, además de producir dulces que son de fama casi universal, cuentan con algunos de los principales monumentos de Sevilla. Y no olviden que esos 12 conventos de la provincia, también son históricos, en municipios como Carmona, Osuna, Écija, Constantina, Estepa, Utrera, Morón o Bormujos.
EL borrador del presupuesto municipal que presentó ayer Juan Espadas confirma que las cuentas de una Gran Ciudad son como las del Gran Capitán del siglo XXI. Parece que Sevilla tiene un Ayuntamiento con pocos recursos, pero dispondrá de 820 millones de euros, más los 20 millones que no han ejecutado; total: 840 millones. Con ellos se podrían hacer virguerías, al menos en teoría. Ya veremos lo que pasa. Desde luego pasará algo, porque es el año anterior a las elecciones. El alcalde ha anunciado que potenciará los servicios públicos, y que entre las prioridades estarán Tussam con el transporte y Lipasam con la limpieza.
HUBO muchas Navidades sin mapping, pero la gente ya se había acostumbrado. En Sevilla existe una cierta tendencia a acostumbrarse a lo bueno como si fuera de toda la vida, y así se convierte en tradición. Todas las tradiciones han sido iniciadas por alguien, y si se van perpetuando es por resultar exitosas, aunque aquí parezca que el motivo es la antigüedad, como si la hubieran inventado Adán y Eva en el paraíso. En el caso del mapping, esa nostalgia es prematura. Al menos, debería ser una alegría para Juan Ignacio Zoido, un alcalde que parece que no hizo nada, excepto perder 20 concejales por el camino en cuatro años y recibir una patada hacia arriba para ser ministro de los Mossos.
YA se ha inaugurado la iluminación de la Navidad y hoy comienza el espectáculo (o lo que sea) que sustituye al mapping. La Navidad empieza el 1 de diciembre, y cualquier año la adelantarán al Puente de Todos los Santos. Casi todas las iluminaciones navideñas de España y ciertas partes del mundo son fabricadas en Puente Genil (Córdoba). Pueden ser mejores o peores, según lo que contraten. Pero en esta confusión de los tiempos, en diciembre, de lo que verdaderamente se habla no es de la Navidad, sino de la Madrugada y sus horarios.
EMPIEZA diciembre, un mes en el que los conventos sevillanos suelen tener buena imagen, gracias a los dulces navideños. La Sevilla Oculta (como fue calificada en el libro de referencia de Enrique Valdivieso y Alfredo J. Morales, con fotos de los Arenas) ha salido esporádicamente a la luz, con sus glorias y sus penas. En estos días también está de actualidad Santa Clara, que ya no es un convento desde 2002. Ahora es “un foco cultural de primer orden”, según lo ha calificado Antonio Muñoz, delegado municipal de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo, todo lo cual tiene que ver con el presente y el futuro de Santa Clara.