LUGO ya no es lo que era. Lugo era el escenario de aquella eliminatoria nefasta de ascenso en Segunda B que perdió el Cádiz en los penaltis, tras un  calamitoso arbitraje en la ida. Pero en Lugo ya había ganado el Cádiz las dos temporadas anteriores. Ha pasado de ser gafe a convertirse en talismán. Ayer el equipo mostró detalles prometedores. También tuvo la suerte que faltó en otros partidos. Les pudieron empatar en la prolongación. Pero hubiera sido injusto. Entre los aspectos más destacables está la actuación de Manu Vallejo, que se puede consolidar como  jugador importante si no se estropea. También influyó que el Cádiz ha recuperado las ganas de ganar. Esas que no se veían.

Los primeros minutos del Cádiz en Lugo fueron malos. Salió el equipo un tanto adormilado, con un 4-4-2, en el que Alex y Aketxe se escoraban a las bandas, junto al doble pivote defensivo de Edu Ramos y Garrido. No terminaba de funcionar el Cádiz en esos primeros minutos. Y para colmo el partido se le torció en el minuto 10 con un penalti que pudo evitar Edu Ramos. Pita puso al Lugo con ventaja. Visto lo que se veía, se podía esperar otra noche negra.

Pero todo cambió apenas siete minutos después, cuando Manu Vallejo hizo una gran jugada personal, en la que exhibió esa capacidad de arriesgar que atesora, para marcar un golazo. En esa jugada se vio la mejor versión del Manu Vallejo que ya podría haber salido del Cádiz B la temporada pasada, pero que por fin está teniendo la oportunidad que merecía. Igual que el entrenador, Álvaro Cervera, se ha equivocado al gestionar otros asuntos (por ejemplo, el caso de Brian Oliván), con Manu está acertando. Y ahora es  la principal aportación ofensiva de un equipo sin arietes de nivel.

Tras un primer tiempo que se equilibró, el Cádiz pudo y debió marcar antes en la segunda parte. No lo consiguió por los errores cuando el gol parece lo más fácil. No es casualidad que cuando juegan Garrido y diez más la táctica de Cervera encuentra mejor aplicación. La defensa mejora con Sergio Sánchez, central con experiencia al que aún le falta nivel físico, pero que está predestinado a titular junto a Kecojevic. Y el caso de Brian se comenta por sí mismo.

Cuando los entrenadores no son tan especiales (es decir, cuando no dan palos de ciego ni tienen caprichos injustificables) es más probable que las cosas les salgan bien. Para ello también hace falta esa pizca de acierto y de suerte que no siempre coinciden. La jugada del segundo gol del Cádiz fue excelente: el detallito de Manu Vallejo, la asistencia de Álex y el regate de Jairo culminado con un espectacular remate. Este jugador también se está ganando la titularidad, y no sólo por su gol. Por cierto, que cuando marcó estaba Salvi a punto de entrar. ¿Qué hubiera pasado si hace el cambio dos minutos antes? Es una suposición, ya que no ocurrió.

Al Cádiz le faltó gestionar con más sentido común los últimos minutos. Demasiados nervios. El Lugo tuvo casi siempre el balón y pudo empatar, lo que hubiera sido lamentable. Ayer las cosas rodaron mejor que otras noches y así se rompió una pésima racha. Pero la Liga sigue, y la Copa también.

José Joaquín León