AL mosquito sevillano algunos lo cuidan como si fuera el lince ibérico. Sabido es que el lince ya no está en peligro de extinción, de tanto cariño como se le ha procurado. Pero al mosquito sevillano no hay que permitirle que se propague, sino declararle la guerra y reforzar la política de defensa. El mosquito se ha crecido y contagia el virus del Nilo. No significa que cada picadura sea mortal de necesidad, no es eso, pero en estos días hemos conocido varios casos mortales. Hay un problema de sanidad pública de primer orden. Y nuestros políticos flojean con el virus del Nilo.

LAS tres grandes fiestas de Triana son la Semana Santa, el Corpus y la Velá de Santa Ana. Son la confirmación de que Triana es un estado libre asociado a Sevilla, que existe al otro lado del río. En Triana han tenido de todo, como si fuera un mundo aparte. La Semana Santa era propia, y no iban a la Catedral, hasta que La O cruzó el puente de barcas en 1830. Aún se dice que la catedral trianera es Santa Ana. Con el Corpus pasa lo mismo. Al de Triana se le llama el Corpus Chico, porque el de Sevilla es muy grande, pero el de Triana también es de buen tamaño, mejor que el de muchas ciudades. Y la Velá, que se conoce como la Velá de Santa Ana, porque es la Abuela del barrio, la madre de la Madre de Dios.

HOY, 18 de julio, se cumplen 120 años del nacimiento de Joaquín Romero Murube en Los Palacios y Villafranca. Este día se ha vinculado al comienzo de la Guerra Civil española de 1936, pero Romero Murube nació 32 años antes. Con el tiempo, está considerado justamente como uno de los grandes escritores de la sevillanía que destacan en el primer tercio del siglo XX. Alcanzó su cúspide en la segunda mitad de dicho siglo (en el franquismo, pero también después), quizás porque lo local se puso de moda, y sirvió de contrapeso al nacionalismo español que el régimen manipuló con una visión sesgada. Joaquín Romero Murube fue un gran sevillanista. Pero sus orígenes son palaciegos.

DESPOLITIZAR el fútbol ha sido la clave del éxito de la selección de España, campeona de Europa. El paladín de esa despolitización ha sido Luis de la Fuente. Lo nombró seleccionador Luis Rubiales, todo hay que decirlo. Después del pico a Jenni Hermoso, que politizó el éxito de la selección femenina campeona del mundo, se vio a Luis de la Fuente entre los que más aplaudían el discurso de Rubiales. Pedro Sánchez, Yolanda Díaz y demás gobernantes progresistas colocaron a Luis de la Fuente en el punto de mira. El objetivo era echarlo. Pero los futbolistas hicieron piña con De la Fuente, ganaron por 1-7 en Georgia, y empezó la fiesta. En el Gobierno se quedaron con las ganas de venganza. Aquel día debutó y marcó Lamine Yamal, con 16 años y 57 días.

A veces se habla del centralismo sevillano en otras provincias andaluzas. No es cierto. En Sevilla no existe tal percepción, sino que incluso se habla de que es perjudicada por la Junta. Probablemente, tampoco sea cierto. Ese centralismo, si existiera, sería por culpa ajena, ya que en otras provincias se dedican a copiar (en ocasiones mal) el modelo sevillano festivo en la Semana Santa y la Feria. Pero sí que existe un centralismo en la propia provincia de Sevilla, que parece limitada a lo capitalino. Sevilla no es sólo la capital. Sevilla son sus pueblos, según recuerda la Diputación, Y entre ellos hay uno muy importante: Los Palacios y Villafranca.