ESPAÑA no es como Alemania, ni como Francia, Italia, Holanda, Bélgica o Grecia. Se parece más a Portugal, pero tampoco es lo mismo. Y dentro de España no se vota igual en Andalucía que en Cataluña, ni en Madrid que en el País Vasco. No obstante, tenemos una cuadrilla de extrapoladores que cada vez que se vota en algún lugar del mundo aplican los resultados a España. Ahora están pendientes de las presidenciales de EEUU, que tampoco son extrapolables. Pero el caso más reciente y pintoresco ha sido el de Alemania, con las elecciones de Turingia y Sajonia, dos lands donde sólo reside el 7% de los alemanes. Algunos afines al sanchismo se han rasgado las vestiduras, para alertar del éxito de la extrema derecha.
ADVIERTO al principio que la ordenación sacerdotal del padre Illa no la ha realizado ningún obispo, sino Iván Redondo, que es su director espiritual. Lo ha bautizado como Padre Illa porque es tan bueno que no se puede aguantar. Según el perfil que le están creando, es un político moderado, socialdemócrata, e inspirado en el humanismo cristiano; pues no se puede olvidar que Salvador, además de filósofo licenciado, es un católico practicante. Se suele decir que la religión católica va en retroceso en Cataluña. Pero, después de Pujol, aún quedan políticos catalanes, incluso de Junts y ERC, que son católicos. Y van a celebrar el milenario del monasterio de Montserrat por todo lo alto. Una de las primeras decisiones de Illa ha sido concentrar a su Govern en el monasterio de Poblet, donde llegaron en autocar y fueron recibidos por el abad.
UN síntoma lamentable de la poca importancia que tienen las obras públicas para el Gobierno de Pedro Sánchez es que nombró a Óscar Puente como ministro de Transportes. Se habla mucho de la sanidad, la educación y la vivienda públicas, pero no de las obras públicas, que son esenciales para el progreso de un país. Cuando el presidente se llevó a Puente a Madrid se vio que lo reservaba para trabajar como dóberman, ya fuera azuzándolo contra Alberto Núñez Feijóo en el debate de la investidura fallida, o provocando a Javier Milei, el argentino, que es otro político lenguaraz. Es decir, para cuestiones payasescas. Pero ser ministro de Transportes es otra faena más ardua.
EL Estado de las Autonomías fue un gran descubrimiento. Era mejor que un Estado federal disoluto. Se basaba en la singularidad de las tierras de España (divididas en nacionalidades históricas y regiones), pero también en la solidaridad. De modo que los territorios ricos contribuirían para no ahondar las diferencias. El entonces ministro Manuel Clavero Arévalo, de tanta trascendencia para Andalucía, planteó la famosa propuesta del café para todos. Algunos lo criticaron, entonces y después. Unos porque quieren la uniformidad de las tierras de España (aunque cobran sueldos de parlamentarios regionales) y otros porque quieren la independencia fiscal (ya que son más ricos), pero la idea es buena.
AGOSTO era el mes de las vacaciones, como un remanso de paz, un oasis, cuando cerraban las tiendas en las ciudades de interior, que quedaban vacías a las horas del calor. La gente salía por las noches, a ver las lágrimas de San Lorenzo derramándose por la oscuridad del cielo, a escuchar el canto de los grillos rompiendo la indolencia del silencio, a ver películas de James Bond en los cines de verano. A comer sardinas en los chiringuitos de las playas; o a lo que sea, tampoco me voy a extender. En los periódicos, era un tiempo de tibieza informativa. Aparecían en las portadas las plagas de medusas en las playas, las procesiones de la Virgen de agosto, los festivales; y dentro había una sección que se titulaba Verano.