NADIE lo ha reconocido, pero en este país han recuperado los Festivales de España. Los más viejos del lugar recordarán que se celebraban en los tiempos de Franco, con espectáculos de teatro, música y danza. Incluso bailaban sardanas catalanas y muñeiras gallegas, y no sé si se les escaparía algún aurresku con sus dantzaris y txistularis. Todo no se iba a quedar en los chotis madrileños y La verbena de la Paloma, que también se interpretaban, para que no se enfadara la señora Ayuso, o alguien así, que padezca alergia a las lenguas vernáculas. Pues bien, la temporada comenzó en Madrid con un vodevil titulado Ni fontanera, ni cobarde. Pero después ha seguido en Barcelona.
UN ideólogo al que los marxistas de hoy en día han leído poco, Karl Marx, escribió que el trabajo es una actividad específica del individuo donde puede expresar su humanidad. En ningún momento escribió Marx que el trabajo es el opio del pueblo. Para Marx y los suyos el trabajo no era malo, sino bueno, y el problema a su juicio surge por las condiciones laborales del sistema capitalista y la alienación del asalariado. Para los partidos de izquierda marxista la solución de este dilema no pasaría por trabajar menos, sino por trabajar mejor, y de un modo más humano, para que las condiciones productivas sean positivas, contribuyendo así al bien social y el progreso.
NINGÚN presidente de la democracia española se ha obsesionado tanto con Franco como Pedro Sánchez. Ni siquiera su colega José Luis Rodríguez Zapatero, que liquidó la concordia. El sanchismo es una forma evolucionada del franquismo sociológico. Es lo más neofranquista que se recuerda desde Franco. No en las soflamas ideológicas, que en el sanchismo apelan al progresismo, como algo etéreo, que evoca un nuevo Movimiento. Me refiero a las formas. El modus operandi del Gobierno es el mismo de los años de la posguerra. Su propaganda sigue la misma estrategia.
HOY celebra la misa de inicio de su pontificado el papa León XIV. Al Vaticano han acudido jefes de Estado y de Gobierno de todo el mundo y miles de cristianos y peregrinos, ya que ha coincidido con el Jubileo de las hermandades, y con la procesión de ayer en la que participaban dos señeras imágenes de la devoción popular andaluza, como el Cachorro de Triana (y de Sevilla) y la Esperanza del Perchel (y de Málaga). ¿Por qué esta gran asistencia de líderes mundiales para un ceremonia religiosa? El Papa es también el Jefe de Estado del Vaticano. Pero su poder no le viene de un pequeño y peculiar estado, situado en el corazón de Roma. Su poder se lo concede Dios, según la creencia de los cristianos.
LOS primeros momentos de un papa dan pistas sobre su pontificado. En el arranque de León XIV lo más importante es su nombre. Quienes lo ven sólo como un continuador de Francisco, quizás esperaban que se hubiera presentado como Francisco II. Sin embargo, al optar por León XIV, ha puesto el foco sobre León XIII, que fue Papa durante 25 años, entre 1878 y 1903, y que abrió la Iglesia a una nueva dimensión social, en un mundo dividido entre el capitalismo y el marxismo más feroces. Pero que también reforzó los contenidos doctrinales en lo filosófico y lo teológico. Un grandísimo Papa de su tiempo, al que el cardenal Prevost ha recuperado del baúl de los recuerdos.