HA causado gran tranquilidad que haya terminado el plazo para presentar candidaturas a rector o rectora de la Universidad de Sevilla. Pues, si hubiera seguido un trimestre más, no sé a dónde hubieran ido a parar. Siete candidatos para unas elecciones en Sevilla es una maravilla. En ninguna hermandad se ha llegado a tanto. En La Macarena, que alcanzó 4.071 nazarenos en el conteo (y un total de 4.224 personas en el cortejo), hay tres candidatos a hermano mayor, y en general se piensa que son muchos. Para las elecciones del Consejo de Hermandades el récord histórico de candidatos a presidente está en tres. Sin ir más lejos, a las elecciones de Los Estudiantes, que tiene su sede en dicha Universidad, se presentaron dos.
Los candidatos a rector o rectora son Carmen Vargas, Ana López, Ángeles Gallego, Pastora Moreno, Felipe Rosa, José Luis Gutiérrez y Alfonso Castro. Cuatro mujeres y tres hombres. Con lo cual también se ve que en Sevilla hay más demanda para ser rectora que para ser hermana mayor. Ignoro los motivos. Los aspirantes tienen perfiles diversos. Hay personas del equipo del rector Castro, rupturistas, de la tercera vía (o la cuarta, la quinta, la sexta y la séptima), aunque a nadie se le acusa de que va a romper la hermandad, digo la Universidad. Y si se rompe, más rota de lo que está no se va a quedar, ¿verdad?
Es admirable que se presenten siete aspirantes a rector de la Universidad de Sevilla. Se supone que las universidades públicas andaluzas están mal y medio arruinadas, según discursos que escuchamos con frecuencia. Se supone que la Junta de Andalucía (en la cual algunos ex rectores y ex rectoras de universidades públicas se han colocado de consejeros o consejeras, en periodos varios) está potenciando las universidades privadas, que serían como la serpiente del pecado universitario. Pero piénsenlo bien: si en Sevilla sólo existiera una Universidad, como antaño, ¿cuántos candidatos a rector o rectora se presentarían? Podrían ser más de 30, según las proyecciones actuales.
La Universidad ciertamente no es como la Cámara de Comercio, donde Paco Herrero es presidente, desde hace 19 años, y ha sido reelegido cuatro veces. Así da gusto. Todo el mundo sabe quién es el presidente. En la Universidad, con tantos candidatos, la gente ya no sabe quién manda, ni si es una anarquía.
José Joaquín León