RESULTADO decepcionante, en un partido que incluso se pudo perder. Mal juego y mala actitud de algunos jugadores que han ido a peor. Fue una tarde negativa del equipo, pero también del entrenador que adoptó decisiones más que discutibles e inoportunas. El Cádiz tenía un calendario excelente en marzo, con el desplazamiento a Elche, los partidos de casa del Lugo y Córdoba y el regalito del Reus. Cuatro partidos para ponerse con 12 puntos más y luchar por todo. Pero desde que se amarró la salvación parece que hay una relajación, que ha llevado al Cádiz a resignarse a la mediocridad. De momento, un solo punto ante dos equipos de la zona baja.

La alineación que dispuso Álvaro Cervera tenía sorpresas. Por rotaciones, por capricho, o a ver qué pasa, hubo novedades, como la titularidad de Espino en el lateral izquierdo y las oportunidades para Álex en el pivote y para Aketxe en la mediapunta. Con Manu de ariete y Salvi y Machís en las bandas.

Una jugada de espejismo (tras una gran colada de Salvi que no acertó a rematar bien Aketxe en el minuto 3) dio paso a una primera parte en la que el Cádiz no funcionó y cometió graves errores en los pases. El Lugo capeó pronto el temporal y se convirtió en amo del juego, con Lazo mandando a su antojo. El Cádiz no supo aprovechar las debilidades del rival, que ha encajado muchos goles, mientras Monteagudo intentaba explotar los puntos negros del Cádiz.

Uno de los principales problemas del Cádiz en este partido fue el debut de Espino en el lateral izquierdo. No se le puede matar por una mala tarde, pero ayer pareció el peor entre los tres laterales zurdos que hay en la plantilla. El Lugo cargó el juego y creó peligro por esa banda. Si bien es cierto que el gol, ya en el segundo tiempo, llegó por la otra, tras un fallo de Rober Correa, seguido de otro de Kecojevic, que dejó rematar a placer a Manu Barreiro, otro conocido.

Antes de eso ya se había visto que Álex, si quiere ser titular, debe aportar mucho más. En el doble pivote se nota la ausencia de Garrido en su mejor versión. Así el Lugo llegaba con comodidad hasta el área amarilla. Aketxe no puede jugar sólo para sacar los córners y las faltas. Aunque es el único que sabe hacerlo, como se vio cuando fue sustituido: lanzaron Machís y Manu cuatro córners seguidos a las manos del portero.

Machís parece otro desde que se lesionó. Ha dejado de ser determinante, no ha vuelto a marcar, y tampoco crea peligro. Ayer sólo se escapó una vez en todo el partido. Había venido para ser la figura. En enero el Cádiz cometió el error de no fichar un buen ariete y se nota.

Después de marcar el Lugo, el partido estaba para perderlo. Se empató de milagro, gracias a una genialidad aislada de Manu Vallejo, que decidió jugársela él solo. Entonces ya estaba Lekic en el campo como ariete, cometiendo faltas innecesarias. Después del gol sólo hubo una oportunidad, en un cabezazo centrado de Sergio Sánchez, tras un córner lanzado por Jairo, que fue el único decoroso en toda la segunda parte.

Quedaron muchos motivos para las dudas y la reflexión. Hay que cambiar la mentalidad, o resignarse a un final de temporada conformista, como el del año pasado.

José Joaquín León