LA Semana Santa empezó a marcar el devenir negativo del Cádiz la pasada temporada. Llegó al partido del Lunes Santo frente al Huesca con aspiraciones serias de ascender directamente a Primera. Pero ni siquiera jugó la fase de ascenso, porque se desinfló en los últimos dos meses . La victoria en Las Palmas (el marcador del 0-3 es abultado para lo que ocurrió) tiene un alto valor simbólico. Debe marcar la resurrección del equipo. Esta temporada hay una oportunidad de quedar segundo y ascender. Sólo el Osasuna se está comportando con fiabilidad. La irregularidad de los demás y el calendario con duelos directos abren esa opción, si el Cádiz cree en sí mismo.

En Las Palmas pudo pasar de todo. Perder en los primeros minutos, cuando el disparo al palo y cuando el equipo acusó la irregularidad de anteriores partidos. O empatar después, cuando se asentó, con una zaga en la que jugó de central titular el canterano Sergio González. La entrada de Garrido para la segunda parte confirmó que la táctica de Álvaro Cervera pasaba por el esquema clásico: dejar al rival a cero y aprovechar una oportunidad. Puede que influyera la sustitución del portero canario, tras el impacto con Jovanovic, aunque sea en el aspecto psicológico. En unos últimos minutos de locura, el Cádiz marcó tres goles, los tres de Machís. Consiguió un 0-3 que le debe dar moral.

También debe abrir los ojos. Machís es como un Messi del Cádiz. No es sólo que lleve una media de un gol por partido, sino que es capaz de hacer cosas diferentes. Debe tener libertad, la que se merecen los jugadores decisivos. Por supuesto, Machís no debe correr la banda detrás de ningún lateral hasta que se agote. Que corran otros y que defina él. Es un gran fichaje de invierno y está disimulando las carencias de otros compañeros. También es importante reivindicar a Aketxe. Seamos sensatos en los partidos que faltan, pues los errores cuestan puntos.

El Cádiz de la segunda vuelta, con Machís, tiene gol. Es el segundo equipo más goleador, con uno menos que Osasuna. La diferencia de goles (+18)  es superior a la del líder (+16) y es la mejor de la categoría junto con Albacete y Granada. Estos dos equipos, junto al Mallorca, Deportivo, Oviedo y Sporting de Gijón (que aprieta por detrás) son los rivales del Cádiz. Alcanzar a Osasuna, que está enrachado, parece imposible, pero todo lo demás, incluida la segunda plaza de la clasificación, queda al alcance del equipo amarillo si se lo toman en serio y aprietan en los últimos partidos.

Por cierto que con Garrido en el campo se ha vuelto a ganar. Su ausencia por la lesión se ha notado. Es un talismán, porque echa el seguro del pestillo atrás. El Cádiz venía de un 3-3 con el Zaragoza y se llevó un 0-3 en Las Palmas. Puede que esas estadísticas sean casuales, pero no lo es que la firmeza defensiva resulta determinante para un equipo que ahora sí tiene gol arriba. Aunque sigue con el dilema del delantero centro. Manejar bien las opciones será importante.

Y la guinda del pastel la debe poner la afición. En Carranza hay que asegurar los cimientos para empujar al Cádiz hacia arriba. Están ante una gran oportunidad, que ojalá no se desperdicie.

José Joaquín León