NO entiendo esa intranquilidad que parece existir en torno al Cádiz CF. En el aspecto deportivo hay una evidente estabilidad. Es cierto que hasta ahora sólo han llegado oficialmente tres fichajes, y que ninguno apunta a titular indiscutible. Moha es una promesa; Barral es el recambio veterano de Güiza; y Marcos Mauro es un central para pelear el puesto. Sin embargo, Juan Carlos Cordero sabe que hay que tener paciencia para los fichajes más difíciles. Incluso hasta finales de agosto. El Cádiz mantiene la base de la temporada pasada, con la única excepción del ariete y el mediapunta.

Hasta ahora, entre otros, continúan Alberto Cifuentes; Carpio, Aridane, Sankaré, Brian; José Mari, Garrido; Salvi, Abdullah, Álvaro y Rubén Cruz. De esos 11 futbolistas, 10 fueron titulares (y todos jugaron) en la promoción de ascenso frente al Tenerife. La plantilla no ha sido desguazada. Y eso es importante. Está por ver el recorrido de jugadores como Imaz, que debería aportar más; o de Aitor, que bastante hizo en los ratitos que salía. En cuanto a los cedidos, si nos fijamos en lo que hicieron la pasada temporada, el único con opciones de quedarse sería Tomás.

¿Qué le falta a este equipo? Dos puntales muy importantes de la temporada pasada. El goleador, Alfredo Ortuño, y el pasador de lujo y especialista en faltas, Ager Aketxe. Ambos no deberían descartarse para que siguieran. Dani Romera ha sido goleador, pero en Segunda B, e interesa para ser lo que no logró Santamaría: un buen segundo delantero. No obstante, Ortuño tiene muy difícil jugar en Primera. Aketxe tampoco es seguro que se quede en la plantilla del Athletic, y puede que sea cedido.

El Cádiz terminó quinto. Disputó la promoción de ascenso, en la que fue injustamente eliminado. Hablar de justicia o injusticia en esta categoría es relativo. La mayoría de los partidos se deciden por detalles, como dicen los entrenadores. Un penalti, un error o un acierto en el remate, un despiste defensivo… En esta temporada, el Cádiz disputó no menos de 20 partidos equilbrados en los que pudo ganar, empatar o perder. Con más suerte, hubiera peleado el ascenso directo al Girona. Con menos fortuna, hubiera luchado hasta el final por no descender. En general, tuvo suertecilla (a excepción de la eliminatoria de ascenso), pero los errores de los árbitros le birlaron entre 7 y 9 puntos.

Al mantener la base de la plantilla, se asegura una cierta experiencia. Habrá que dosificar mejor a los jugadores, porque el sistema de Álvaro Cervera requiere un gran esfuerzo físico. Es necesaria una plantilla sin diferencias rotundas entre titulares y suplentes. Eso lo ha entendido Zidane en el Real Madrid. Aunque el Cádiz no disputa la Liga de Campeones, ya no es posible afrontar una campaña tan larga con 11 titulares y cuatro o cinco recambios chungos.

Para que el Cádiz vuelva a estar arriba deben acertar en los fichajes que faltan. Un delantero centro goleador y un mediapunta con jerarquía son imprescindibles. También hay que reforzar la portería si se va Jesús, así como la defensa y el centro del campo, con dos o tres titulares que añadan calidad. Aunque el objetivo vuelve a ser la permanencia, se espera algo más.

José Joaquín León