HOY comienza el Mundial para España, auque sin Lopetegui. La vida ha cambiado en el último medio siglo, pero hay algo que permanece inmutable: el televisor del Mundial. Es posible que los mundiales de fútbol se disputen para vender televisores. La cosa empezó con Matías Prats padre, mucho antes de que en Sudáfrica 2010 pasara Iniesta a la historia por marcar el gol de nuestras vidas.  Matías hizo la transición desde la radio a la televisión para narrar los mundiales. Sin embargo, a pesar de todos los inventos modernos de este último medio siglo, a pesar de Internet y lo digital, un Mundial no es un Mundial si no se ve en un televisor, aunque los Q Led de ahora no son como los de antes en blanco y negro. Por eso, venden los de última generación cada cuatro años.

Según yo lo recuerdo, el gran cambio de la radio a la televisión llegó con el Mundial de 1966 en Inglaterra. Para colmo, con un gol fantasma en la final, cuando todavía no había VAR, pero sí televisores que ya permitían apreciar los robos. El partido España-Argentina de 1966 fue el primero que vieron en directo muchas personas. Yo recuerdo los bares de Cádiz con aquel partido, aunque por entonces ya era costumbre ver los resúmenes de la Liga los domingos por la noche. Algunos privilegiados habían estrenado los televisores en la Copa de Europa del 64, la que ganó España a la URSS soviética en el Bernabéu, con Franco en el palco, y con aquel gol de cabeza de Marcelino. Es memoria histórica y salía en el Nodo.

Hasta ahí fue el tiempo de la radio, que evolucionó desde los aparatos de cretona a los transistores. El Mundial del 62 en Chile lo recuerdo, siendo niño, con un transistor en la plaza de Mina. España tenía un equipazo, con la base del Real Madrid de Di Stéfano, Puskas y Gento, pero cayó ante Brasil y Checoslovaquia. Eran los tiempos de Pelé. Con O Rei se pasó de la radio a la televisión.

Hoy todo el mundo ejerce de Lopetegui gracias a los televisores, que te permiten ver a Messi y Cristiano todas las semanas como si fueran de la familia. A nuestras abuelas les parecía un invento del Maligno. Hoy se vería como un invento machista, pues servía en sus inicios para que los hombres vieran los partidos de fútbol, mientras las mujeres seguían oyendo en la radio las novelas de Guillermo Sautier Casaseca. Todo eso suena muy carca, pero es lo que había. En el PCE estaban haciendo purgas.

La pena es que los televisores de este Mundial 2018 ya no se pueden comprar en Crédito Rucas, ni son en blanco y negro, sino tan coloristas como la vida misma.

José Joaquín León