ES lógico que la gente piense: ¿para qué queremos la sociedad de Cádiz 2012 si estamos en 2018? Parece que lo normal es cargársela. Pues no, es lo anormal. Porque hay que explicarlo. A lo mejor el nombre ha perdido actualidad, pero los objetivos que existían cuando crearon la sociedad iban mucho más allá del Bicentenario. Estaban orientados a conseguir que Cádiz tenga una vinculación activa con Iberoamérica, recuperando lo que existió otros tiempos, y procurando vías alternativas para una ciudad en decadencia. Es decir, buscar nuevas oportunidades para la economía, las empresas y la cultura de Cádiz, orientadas a América.

Esa fue una de las ideas básicas de la celebración del Bicentenario de la Constitución de 1812. Y ese es uno de los motivos por los que el Ayuntamiento debió utilizar a esa sociedad para encabezar la celebración del Tricentenario de la Casa de la Contratación en 2017. Pero ya se vio lo que hicieron: nada de nada. La funesta costumbre de pensar. El alcalde José María González cedió todo el protagonismo a la Diputación, para que  el otro González, Fran, salvara los muebles. El impulso de la ciudad de Cádiz al americanismo (que va más allá de Venezuela y su calle) ha brillado por su ausencia en estos últimos años, y se dejado caer en el olvido.

Todo lo que se anuncia va en la misma dirección: cargarse lo que había. También se van a cargar la Casa de Iberoamérica, con la excusa de reunir allí los museos dispersos de Cádiz, una vez que le ha regalado el antiguo Gobierno Militar a la Universidad. Todo lo va regalando este alcalde, generoso sí que es. Pero, claro, no es suyo, sino que es patrimonio de Cádiz y los gaditanos, que se está perdiendo. En la Casa de Iberoamérica van a dar gato por liebre una vez más. Unos museos que están muy bien. Pero las relaciones con América deben ir más allá.

El Pleno aplazó ayer la disolución de la sociedad de Cádiz 2012 porque, en realidad, no saben qué hacer. Pues bien, no se despisten, hay que situarla en su contexto real. No se ha quedado obsoleta; el obsoleto es el alcalde y un equipo de Gobierno incapaz de ver y actuar con cierta perspectiva. Sólo falta un año para las siguientes elecciones municipales. El PP, el PSOE y Ciudadanos tienen mayoría absoluta en el Ayuntamiento. La suficiente mayoría para evitar desaguisados de consecuencias irreversibles, o de difícil arreglo. Y no me refiero sólo a la disolución de la sociedad Cádiz 2012.

Por ignorancia, por desidia, o por otras ideas, el legado iberoamericano de Cádiz está en riesgo grave de perderse.

José Joaquín León