ALGÚN día se escribirá la increíble historia de la decadencia del verano gaditano. La última puñalada la ha recibido el Trofeo Ramón de Carranza. Era el Trofeo de los trofeos. Atraía hacia Cádiz la atención deportiva. Pasaron por el estadio los mejores clubes y los mejores futbolistas. Y degenerando, degenerando, se ha llegado al mamarracho de este año: dos equipos amarillos de Segunda, Cádiz y Las Palmas, jugarán una semifinal el viernes 10 de agosto. Y el ganador disputará la final el sábado 11 frente al Betis, un equipo de Primera, que ha venido por hacer un favor al Cádiz, para  salvar el Trofeo. Como ya pasó en 2000, cuando Manuel Ruiz de Lopera hizo el favor, también por lástima.

Pero no es eso, no es eso. Primero se cargaron las barbacoas, bien cargadas. También tuvieron su historia. Teófila Martínez las intentó llevar al libro de los récords de Guinness, hasta que optó por organizar zafarranchos de limpieza. Después, cuando llegaron los nuevos, Podemos estaba a favor de las barbacoas e Izquierda Unida en contra. Organizaron una consulta popular participativa o algo parecido. De ahí salió que se cargaban las barbacoas. Medida ecológica y limpia, bien acogida por la inteligencia local. Más discutible es que, por extensión, después se estén cargando el Paseo Marítimo. ¡Y ya nadie habla de la iluminación! Pero aún más discutible es que se carguen el Trofeo de los trofeos. No sólo el club que preside Manuel Vizcaíno. El Ayuntamiento también es responsable, porque se trata de un evento de la ciudad.

En los tiempos actuales no se puede organizar un Trofeo Carranza con varios meses de antelación. A día de hoy, no se puede contratar al Real Madrid, Barcelona, Atlético de Madrid o Sevilla para 2019. Ignoran su calendario estival para el próximo año, que depende de las supercopas y demás. Así las cosas, el Trofeo ya sólo es viable a partido único. Con cuatro partidos siempre hay problemas, pasa en todo. Es demasiado lío. Y quedan dos opciones:

1. Trofeo a lo pobre: El Cádiz contra el Betis, o alguno así. Como la Copa Cruzcampo de otros tiempos. Incluso se podría recuperar el nombre cervecero.

2. Trofeo a lo rico: El Barcelona o el Madrid contra el Bayern o la Juventus. De ese estilo, con alta televisión por medio.

Este año puede marcar lo que va pasar en el futuro: ni barbacoas, ni Trofeo. La gran fiesta del mes de agosto será una noche de chirigotas en la playa. Por ahí van.

José Joaquín León