EN la costa de Cádiz hay playas que son especialmente peligrosas, por las corrientes y los vientos. También las hay que son tranquilas, sin apenas oleajes fuertes. Comparadas con otras zonas turísticas de España, las playas gaditanas estarían a un nivel general de peligrosidad de la mitad para abajo. Aunque no es lo mismo La Caleta que La Aceitera. En general, y salvo excepciones, hay playas más peligrosas en Galicia y toda la cornisa cantábrica. También es verdad que las playas atlánticas suelen tener más oleaje que las mediterráneas. Visto lo que existe, el caso de Trafalgar es curioso.

La zona de baño situada bajo el faro de Trafalgar es peligrosa por las corrientes. No sólo las hay en La Aceitera, también en las playas cercanas de Zahora y El Palmar. El tramo de costa situado entre Conil, Vejer y Barbate es muy bonito, pero algunos días puede resultar peligroso. En los últimos años se han contabilizado varios ahogados (algunos extranjeros y casi todos de otras provincias); en general, personas que ignoran los riesgos de esas playas.

Para prevenir fue inventado el sistema de las banderas de colores. Con la verde no debe haber problemas. Con la amarilla se pide precaución. Con la roja está prohibido el baño. Aparte de eso, existe el sentido común del bañista y la bañista, que es lo más importante. Si tú no eres un nadador como David Meca, ni una campeona del kitesurf como Gisela Pulido, ni tienes la menor idea de las trayectorias de las olas a derecha o izquierda, ni capacidad para ser un submarinista de categoría, lo mejor es que no tientes al destino. Sin embargo, hay necios que se juegan la vida y después le echan la culpa a los servicios de socorrismo de los ayuntamientos, como si esperaran a Pamela Anderson.

De ahí tampoco se puede pasar al otro extremo. Decía el concejal de Presidencia de Barbate, Javier Rodríguez, en el Diario que van a poner la bandera roja en Trafalgar hasta final del verano para que no se bañe nadie. En Trafalgar hay cuatro socorristas (dos en la playa y dos vigilando desde el faro). ¿Para qué hay socorristas, si el baño está prohibido? O dicho de otro modo: si han contratado a los socorristas sería para socorrer a los que se bañaban, porque era posible bañarse, al menos algunos días. También hay que explicar a la gente que no es obligación de los ayuntamientos tener vigilancia en toda la costa. Esas cosas hay que saberlas, antes de que los temerarios cometan imprudencias.

José Joaquín León