TODOS los inventos modernos son para cargarse el empleo. Ahí están los robots de Astilleros, que algunos jalean, mientras se negocia el rejuvenecimiento de la plantilla. Ya veréis, ya, los jóvenes. ¿Y el Internet? ¿Y la I+D+i? ¿Y las redes sociales? ¿Y el Black Friday? ¿Y el Ciber Monday? El alcalde González presidió un acto en el que dijeron que van a crear 130 empleos en un hotel virtual. ¿Cuántos empleos ha creado el Ayuntamiento de Cádiz, desde que él iba a arreglar el paro y la emigración? En esas estamos. Lees el Diario y todo es una tragedia, menos cuando gana el Cádiz bajo la lluvia. Y así hemos llegado al gran día: el viernes del Black Friday. Y sin carteros, según ha denunciado el sindicato de clase CCOO.

 

¡Vaya clase de Black Friday que están montando también! Si faltan carteros, para repartir, significa que las compras de hoy se hacen en gran número por Internet. Venga a decir que es la alegría del comercio, y luego resulta que el reparto principal lo hacen los carteros de Correos. Porque la gente compra a golpe de ratón y de tarjeta Visa capitalista. Mientras que Amancio Ortega sabe que monta tanto, porque él tiene abiertas sus tiendas de la Zara, la Bershka, el Stradivarius, el Massimo Dutti y los demás, que tienen todos nombres de angangos, y lo mismo le da. Colas para pagar en las tiendas, por falta de cajeras; y no te llegan los paquetes a tu casa, por falta de carteros. Así está el empleo con Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. En eso consiste el Black Friday, no en comprar, sino en esperar y desesperarte.

Por ejemplo, mejoraría el asunto si hubiera 20 cajeras en vez de dos criaturas echando humo, o si hubieran repuesto los 24 carteros que faltan en Cádiz, los 22 que faltan en Algeciras y los 20 que faltan en Jerez, según CCOO. Aunque Correos dice que han contratado a 70 empleados en la provincia para reforzar estos días. Como Jerez y Algeciras ya tienen más habitantes y más carteros que Cádiz, significa que nuestra capital es la que peor está. Aquí casi todo el mundo se ha jubilado, o son funcionarios; y los demás están toda la semana al sol, si no llueve.

Pero tengan tranquilidad. Es probable que esto se solucione para los Blackfridays de los próximos años. La solución es evidente: que trabajen los robots como cajeros y como carteros. Son unos máquinas y no se quejan. Así podrían repartir los paquetes del Black Friday, del Ciber Monday y los votos por correo de las elecciones andaluzas. Y ya verán el día que los robots aprendan más de la cuenta, y quieran votar ellos, o presentarse a las elecciones. Entonces será el crujir de dientes. Aunque con un alcalde-robot no creo que en Cádiz estuviéramos peor.

José Joaquín León