TAMBIÉN es casualidad, y mala suerte, que el horrible caso del naufragio de la patera de juguete se haya conocido mientras el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, era recibido en Marruecos por el rey Mohamed VI. ¡Qué suerte tiene Rajoy de estar registrando propiedades! Si le pilla de presidente le hubieran endosado los nueve muertos. Con esto no quiero decir que la culpa sea de Sánchez, al contrario. Alerto de que la demagogia y la manipulación de los partidos contribuyen a que no se resuelva este problema de la migración. La culpa, en este caso, es del mafioso hijo de la gran p… que le dio una patera de juguete (es decir; una barquita de plástico con un remo) a 10 muchachos desesperados para que cruzaran el Estrecho.

Sólo uno se ha salvado, según su versión. Un chaval de Guinea que supuestamente tiene 17 años. Si no hubiera sobrevivido, nadie hubiera conocido esa tragedia. Nadie hubiera recibido noticia de 10 jóvenes que pagaron 700 euros cada uno al mafioso por cruzar el Estrecho y llegar a Europa. Nadie hubiera lamentado la fatalidad de esos chicos de raza negra que se caían al Océano Atlántico, de uno en uno, deshidratados, hambrientos y sin fuerzas, en su travesía de la desesperación, que se prolongó durante una semana a la deriva. Al final sólo quedó uno, que sobrevivió de milagro tras perder a su hermano y un amigo y llegó al Palmar.

La Guardia Civil intercepta muchas pateras, pero se les cuela alguna que otra, como ésta. A las autoridades marroquíes también se les cuelan, especialmente cuando abren la temporada del consentimiento porque están pidiendo más dinero. Europa debe invertir en los países africanos de origen. Pero invertir significa controlar la inversión, que efectivamente sirva para el desarrollo, y no para enriquecer a los dirigentes corruptos de esos países. En África casi siempre mangan una parte. La transparencia no existe. Es una de las causas del problema.

Hay que valorar si la legislación vigente fomenta casos como el de la patera de juguete. Me refiero a que esos menores (suponiendo que lo sean) se arriesgaron porque hasta los 18 años tienen derecho a ser acogidos por la Junta en centros. Si tienen ese derecho, sería mejor que viajaran en ferry, pues van a entrar igual. Y si el derecho es discutible, habrá que discutirlo. Y como dijo una consejera de la Junta, María José Sánchez Rubio, esos menores que se ahogan tendrán padre y madre; que en unos casos se preocupan por ellos y en otros no. La patera de juguete que entregó un mafioso pone en evidencia muchas vergüenzas.

José Joaquín León