ME gusta ese nombre, ‘Los técnicos acojonaos’. Es ideal para una chirigota. ¡Anda que no le podía sacar la puntita a eso el Selu, si se lo propusiera! A nuestro alcalde de Cádiz, José María González, le sale el carisma carnavalero hasta sin querer; es que lleva a Kichi dentro, como si lo hubieran parido. Y así, tiene salidas para todo. Le preguntan por el alumbrado navideño de Cádiz, que está otro año en el camino de ser pueblerino, para no variar, y dice que no habían iluminado todavía algunas calles porque los técnicos están “acojonados”. La judicialización tiene la culpa. Tanto denunciar por denunciar, tanto ir a los tribunales... Van a confundir a los jueces con los jurados del Gran Teatro Falla. Ya sólo falta llevarlo a don Cicuta.

Es como si vieran llegar a Kichi ante el tribunal y él pensara: “Ya estoy ante el jurado de comparsas”. A ver si les gusta lo que canto. Todo por culpa de Ciudadanos, que es otro nombre bonito para una comparsa comprometida: ‘Los verdaderos Ciudadanos’. O para una chirigota de pueblo lejano: “Los ciudadanos con sus hermanos”. Así que la culpa de que no se vea un alumbrado navideño en condiciones no es del equipo municipal de gobierno que no gobierna, sino de los funcionarios acojonados, que no dan luz verde para nada.

Algunos funcionarios es verdad que están acongojados, viendo lo que ven en el Ayuntamiento. Y lo que ven es una incapacidad y una inutilidad como no se recordaba en 40 años de democracia. Según algunos rumores, se han perdido subvenciones europeas que no solicitaron, o hubo que rehacer los expedientes, como pasó con la Edusi. Y el acongojamiento viene derivado de que las normas vigentes están para cumplirlas, aquí como en el resto de España. No se las pueden saltar porque lo dice mi Kichi.

Por el contrario, en otras ciudades andaluzas, como Sevilla (donde gobierna el PSOE) y Málaga (donde gobierna el PP), parece que no están los técnicos tan acojonados como en Cádiz. Así pudieron inaugurar la iluminación navideña en plena campaña electoral, el viernes 30 de noviembre; mientras en Cádiz dijeron que era imposible porque estaba prohibido. ¿Y después qué? ¿También estaba prohibido iluminar la Avenida en el puente de la Constitución?

En Cádiz, se deberían tomar las fiestas navideñas con más interés. No sólo por el comercio, y el turismo. También por respeto a quienes viven en la capital de la provincia. Y, por cierto, ¿las funcionarias se acojonan?  ¿Qué diría Teresa la lideresa? Es un detallito de micromachismo.

José Joaquín León