CADA vez que salen unas estadísticas del paro son recibidas con las tradicionales valoraciones, que es lo peor. Al día siguiente, se olvidan de este asunto; menos los parados, claro. Los datos de 2016 en la provincia de Cádiz son contradictorios. Por un lado, hay menos parados y se está creando empleo, sobre todo en el sector industrial (eso es lo que ha salido). Por otro lado, se detecta menos población activa (esto es, menos gente en situación de currar), con un resurgir del ninismo en el hogar, a la vez que disminuyen las familias con todos los miembros en paro. Si no lo entienden, yo tampoco. Se supone que se debe a un auge de la economía sumergida invisible, o que la Encuesta de la Población Activa tiene más fallos que las encuestas electorales. O lo uno y lo otro.

Es sabido que cuando el paro baja en España se le debe agradecer al Gobierno de Rajoy, y cuando baja en Andalucía se debe a la Junta de Susana Díaz. Por el contrario, cuando el paro sube en España y en Andalucía, la culpa no es de Rajoy, ni de Susana Díaz, ni de nadie. Es un misterio histórico.

Pero los datos de la EPA de final de 2016 no son para tirar cohetes, porque Cádiz sigue siendo la provincia campeona del paro en España y ostenta la tasa de empleo más baja. La tasa de paro que se atribuye a Cádiz (33,86%) es casi el doble de la media española (18,63%). Mientras que la tasa de empleo de nuestra población potencialmente activa es la más chunga del país.

Entre lo más curioso de la EPA, sorprende que el empleo que se ha creado en 2016 en el sector industrial (considerado el de más calidad y mejores ingresos) es casi el triple que en el sector servicios. Se rompe así la teoría derrotista, según la cual todo el empleo que se creaba en la provincia era para camareros de bar o botones de hotel. Por el contrario, se nota el impacto de empresas fuertes, como Dragados, Navantia, Airbus y otras, que también favorecen a las empresas auxiliares. Si la industria no está tan mal, y el turismo ha batido un récord, parece raro que no mejore más el empleo.

Siempre que se publican estas estadísticas hay que situarlas con las debidas reservas. No creérselas del todo. Existen otras, menos aireadas, en las que se sugiere que un tercio del dinero movido en la provincia (en torno al 35%) es opaco tirando a negrito, y relacionado con sectores no siempre legales. Eso distorsiona el mercado laboral y todos los mercados. Por lo cual, sin miedo a equivocarnos, se puede llegar a la conclusión de que los verdaderos datos del paro en la provincia de Cádiz no los conoce nadie.

José Joaquín León