ES lamentable la hipocresía política con la que en este país son acogidos crímenes abominables como el de la joven Laura Luelmo. Hay que decirlo, aunque fastidie. Los mismos y las mismas que se oponen a endurecer las penas de los criminales, los mismos y las mismas que se oponen a la cadena perpetua, son los que echan más lágrimas de cocodrilo cuando pasa lo que pasa. Tienen un esquema maniqueo y equivocado de ver las cosas. Es uno de los motivos por los que no disminuyen los casos de violencia machista, a pesar de las leyes que aprueban y los observatorios que montan. Creen que todo se solucionará con tópicos mil veces repetidos y con la condena del maligno patriarcado. Y no comprenden que además de los casos de violencia familiar, existe otro peligro muy grave: el de los inadaptados sociales, el de los violadores que vuelven a violar, el de los asesinos que vuelven a asesinar.

Esta joven de Zamora, que emigró a El Campillo para trabajar de profesora, no hubiera muerto si el presunto asesino se hubiera quedado donde debía estar: en la cárcel. El acusado tiene antecedentes por diversos delitos, como robos, pero también por haber matado a una anciana de 82 años, a la que asestó siete puñaladas para que no declarara contra él en un juicio. Y por intento de violación. Un individuo que supuestamente ya había atemorizado a Laura Luelmo en los días previos a su muerte, y que había sido condenado a 17 años y 7 meses.

Sin embargo, cuando se ha intentado endurecer las leyes, el PSOE y Podemos lo han rechazado, por su buenismo mal entendido. Hablan de “no legislar en caliente”. Incluso se ha publicado que la legislación penal española es de las más duras de Europa, cuando se sabe que bastantes crímenes y violaciones son cometidos por reincidentes.

Ese buenismo (de origen decimonónico, como el marxismo) alimenta el populismo por el otro extremo. Se pide justicia, pero no queda claro que entienden las feministas más gritonas por tal concepto. ¿Les parecería bien o mal que el asesino de Laura sea condenado a cadena perpetua, en un juicio con garantías? También se exacerban los ánimos en sentido contrario. El padre de Marta del Castillo pidió el voto para Vox. Abascal ya está intentando sacar tajada.

Es decir, que el buenismo ante los delincuentes reincidentes no origina más tolerancia y justicia, sino lo contrario. Y todo eso hay que pensarlo a la hora de votar el endurecimiento penal. No sólo lamentos cuando hay un cadáver de mujer por medio.

José Joaquín León