EN la Junta de Andalucía se está convirtiendo en costumbre que el vicepresidente represente la cuota provincial gaditana. Hemos pasado del socialista chiclanero Manuel Jiménez Barrios al ciudadano sanluqueño Juan Marín. Y punto. Las provincias de Málaga y Sevilla han salido mucho mejor despachadas en el reparto. El presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno Bonilla (hasta ayer por la mañana Juanma), ha proclamado su nuevo Gobierno autonómico. En realidad, dio a conocer los seis nombres del PP, pues los cinco de Ciudadanos ya habían sido filtrados el pasado fin de semana por el vicepresidente, Juan Marín.

Es un Gobierno bicolor, por lo que necesita una cierta armonía y coordinación. Para los asuntos verdaderamente importantes, como quién manda en Canal Sur, no habrá repartos, sino que van a crear un ente común de gestión. Es oportuno recordar que el cambio no lo va a protagonizar un partido, sino dos (PP y Ciudadanos), con un tercero (Vox) que se queda fuera y le han admitido una Consejería de Familias (así, en plural), unida a la de Sanidad. Ahí es ná…

Acierto importante ha sido dar prioridad a la profesionalidad por encima de la amistad, salvo excepciones. Se trata de que el consejero tenga alguna idea de su Consejería, norma que se debería extender a los Ministerios en Madrid. Por ejemplo, un dato a destacar: el nuevo consejero de Sanidad, el cordobés Jesús Aguirre, fue presidente del Colegio de Médicos y es especialista en atención primaria. Para Sanidad, el título de Medicina debería ser obligatorio.

Para entender de todo ya está el vicepresidente, que es un cargo político de manual. Representa, además, la cuota provincial gaditana. A Juan Marín le han asignado Regeneración Democrática, Justicia y Turismo, materias a priori sin conexión. El cargo suena raro, pero lo suyo será vicepresidir, como Jiménez Barrios, y las materias requieren buenos viceconsejeros. No obstante, para esta provincia tan turística es importante que el consejero proceda de la tierra. Y a lo mejor, con un poco de suerte, encarga la Ciudad de la Justicia.

El reparto de cargos confirma que la provincia de Cádiz está perdiendo peso político en Andalucía. El PP no ha tirado de los más previsibles. Algunos rumores incluso apuntaban que Teófila Martínez sería consejera. No iban las cosas por ahí. Esta es una Junta de coalición, un ensayo de cómo el PP y Ciudadanos unidos podemos convertir a Vox en eco. Y siempre les quedarán los delegados provinciales, que están por venir.

José Joaquín León