PARECE que los abogados, los procuradores y demás familias que acuden a los Juzgados dispersos todavía no lo han entendido. Lo que van a construir en Cádiz, tras el pacto de la Junta y el Ayuntamiento, no es exactamente la Ciudad de la Justicia. Si acaso será el Pueblecito de la Justicia. No es lo mismo una ciudad que un pueblecito. Por ejemplo, se supone que las diputaciones se ocupan principalmente de los pueblecitos; sin embargo, en Cádiz, Irene García atiende también a la ciudad y echa cables. Puede que sea porque en el Ayuntamiento muchas veces se comportan como si estuvieran gobernando un pueblecito pequeño.

En el caso de la Ciudad de la Justicia, todo se ha consumado. Han abandonado definitivamente el proyecto que aprobaron en tiempos de Manuel Chaves. Se quieren desembarazar del solar de la antigua Institución Provincial, situado cerca del edificio de la Audiencia Provincial, para irse a las dependencias de la Tabacalera en la avenida de Marconi. Curiosamente, se irán junto a Loreto y Puntales, a donde se planteó el traslado de la Facultad de Medicina, enfrente del hospital cuyo solar a la vista está.

Como ha señalado el decano del Colegio de Abogados, Pascual Valiente, instalar la Ciudad de la Justicia en unas edificaciones que se construyeron para otros fines parece bastante inapropiado. Pero como lo que van a abrir es el Pueblecito de la Justicia cualquier chapuza estará a la altura de las circunstancias. Por supuesto, no será como la Ciudad de la Justicia de Málaga, donde se gastaron la pasta que aquí se quieren ahorrar. La operación es ventajosa para ambas partes. Para la Junta de Andalucía porque piensan que se quitarán ese muerto de encima. Para el Ayuntamiento porque no sabe qué hacer en las dependencias de la Tabacalera, ahora de su propiedad.

Así que esto es un trato de conveniencia. Les conviene a ellos, nadie lo duda. Pero será negativo para Cádiz, que se encontrará con un problema cerrado en falso, que se volverá a plantear dentro de  pocos años. Ya pasó cuando trasladaron algunos Juzgados al edificio de la Cárcel Real, que no reunía las condiciones necesarias. Con el Pueblecito de la Justicia puede ocurrir igual: chapuza para hoy y problema para mañana. Pero entonces estarán otros en el Ayuntamiento, en la Junta, en todas partes.

Nadie piensa en el futuro de Cádiz, en una planificación coherente, en sus necesidades, sólo en poner parches para ir tirando. Es otra desconsideración hacia una ciudad sin justicia y sin un rumbo definido.

José Joaquín León