EL presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, visitó el Valle de los Caídos el pasado lunes, pero ha tenido escasa repercusión mediática. Al menos, en el resto de España. Porque el Valle de los Caídos que visitó Pedro Sánchez no fue el que todavía acoge los restos de Franco, sino el de Cádiz. Como algunos gaditanos saben, está en el ECCO, el espacio municipal del arte contemporáneo, y es obra del dúo Costus, formado por los malogrados pintores Enrique Naya y Juan Carrero. Este Valle de los Caídos también debería ser emblemático, un lugar de culto de la movida puretona de toda España. Pero tiene la mala suerte de estar en Cádiz, a donde vino en tiempos de Teófila, en un ataque de posmodernidad. Y Cádiz, ya se sabe, es una ciudad que sólo existe para el cachondeo.

El Valle de los Caídos de Costus es interesante. No hay problemas de huesos, ni nada de eso. Por el contrario, es un icono muy icónico (valga la redundancia) de la movida de los 80, de los tiempos de Alaska y los Pegamoides, de Malasaña y todo aquello pop que aún parece de lo más cool, cuando es de los tiempos en que el PSOE estaba liderado por Felipe y su chaqueta de pana.

El dúo de artistas Costus estaba formado por el gaditano Enrique Naya y Juan José Carrero, que era otro gaditano de los que nacen por ahí, en su caso en Palma de Mallorca. Como casi todos los gaditanos listos, huyeron de Cádiz y se fueron a Madrid. Allí vivieron en la calle de la Palma, pero en la de Malasaña, no en la del Maremoto. En la casa de Costus filmaron interiores de la película Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón, de Pedro Almodóvar, con lo cual ya pasaron a la Historia Sagrada de la Movida. Aunque entonces no se permitía el matrimonio gay, ellos formaron una pareja no sólo artística. Tras una vida con ajetreos, quizá demasiado intensa y apurada, tuvieron un final trágico en mayo y junio de 1989. Enrique Naya murió a causa del Sida y Juan Carrero se suicidó un mes después.

El Valle de los Caídos es una obra significativa del arte contemporáneo, una serie de cuadros que se pueden contemplar todavía en el ECCO de Cádiz, la ciudad donde se forjó el dúo de Costus. Escribo todavía porque el ECCO es un espacio en peligro, maltratado por la ignorancia. Ante ese Valle de los Caídos (puede que con el tiempo sea el verdadero y el otro el irreal) estuvo el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, hablando un rato con el alcalde, José María González. Acudieron como de tapadillo, como si no supieran qué hacían allí, ante la posmodernidad de aquella vieja movida.

José Joaquín León