EL Cádiz CF ha elegido la Puerta de Tierra para presentar sus camisetas de la temporada 2019-2020. Esta decisión ha sido llamativa, pues ha reconocido al monumento gaditano un valor emblemático que a veces se le regatea. Yo no voy a valorar si las nuevas camisetas de Adidas son más bonitas o más feas. En los tiempos de Irigoyen, se formó un escándalo con aquella camiseta surrealista que parecía un pijama, cuando jugaban Carmelo, Kiko, Quevedo, Arteaga, Barla y demás. Un equipo que tenía a siete u ocho gaditanos entre los titulares. Al elegir ese lugar, el Cádiz se pertrecha en lo alto de las murallas desde donde se defendía a cañonazos la ciudad. Una defensa a ultranza, como gusta a Cervera, que tiene apellido de almirante.

La Puerta de Tierra es un símbolo. Allí está la frontera entre el Cádiz más gadita y el Cádiz más beduino. Allí está un monumento que hoy en día sería imposible. Porque la Puerta de Tierra (su denominación original es en singular) era una, la del centro, y ahora hay tres puertas. La última reforma, realizada por el arquitecto Antonio Sánchez Esteve en los años 50, sirvió para abrir los dos arcos bajo los que actualmente circula el tráfico. Una obra que  en el siglo XXI sería inviable, pero que se adaptó al paisaje.

En resumen, se puede decir que la Puerta de Tierra  resume en sí misma la historia de Cádiz. El origen de las murallas y de los baluartes de Santa Elena y San Roque es del siglo XVI. Pero la fisonomía del monumento es posterior. En 1756 diseñó José Barnola la portada de mármol, que parece la de una iglesia. Con una puerta por la que podría salir un paso, no como las que hicieron en los años 60 y 70 en algunos barrios de Extramuros. Fue uno de los Torcuatos arquitectos, Cayón, quien dirigió las obras, con su arco del triunfo. A mediados del siglo XIX se incorporó el torreón para el telégrafo. Así se mantuvo hasta la remodelación para el tráfico, que acordaron tras la explosión de 1947, con la obra de Sánchez Esteve.

La Puerta de Tierra es mediática. En un programa del canal turístico Viajar apareció junto a otros monumentos europeos, como el símbolo de Cádiz. Uno de los proyectos municipales de antes de Kichi pasaba por enlazar todo el Cádiz interior a través de sus murallas y baluartes. Un recorrido que comenzaría y acabaría en la Puerta de Tierra, en los paseos superiores de los baluartes de Santa Elena y San Roque.

Al Cádiz CF se le debe agradecer la presentación de sus nuevas camisetas en un lugar que debería ser patrimonio de la Humanidad, como el resto de las murallas. En su fuente, custodiada por Servando y Germán, se han festejado ascensos.

José Joaquín León