APARCAR en Cádiz durante el mes de agosto se va a convertir en una odisea. Ulises y Penélope se van a hartar de dar vueltas, excepto que aflojen el bolsillo y pasen por el cajero automático de Emasa, o de otras empresas que viven de ese negocio. La disminución de aparcamientos en Cádiz con las obras del carril bici tiene la culpa, según dicen los enemigos de la bicicleta y los conductores furibundos. Pero no se trata sólo de que Kichi y su fiel Martín Vila hayan eliminado aparcamientos a punta pala, y hayan creado zonas naranjas para cobrar a los vecinos indignados, sino la forma de hacerlo. Y el momento histórico. Ahora llega el mes de agosto, que es cuando Cádiz se parece a lo que debería ser Cádiz. Gana como 20.000 o 30.000 veraneantes que no están empadronados. Muchas de esas criaturas tienen coches y no saben qué hacer con ellos.

El pasado sábado los aparcamientos de Canalejas y la plaza de San Antonio ya colgaron el cartelito rojo de Completo. San Antonio con especial mérito, considerando su estado. Tiene una rampa de acceso que no se arregla desde que gobernaba Teófila Martínez. En la entrada te encuentras un socavón que está marcado con una chapa y un pivote, en plan venezolano total. Pues las tres plantas del parking se llenaron. 

Secuelas de la desesperación. En agosto, algunos aparcamientos echan a sus clientes gaditanos que tienen reservada la plaza todo el año y no les permiten quedarse. Prefieren que sean rotatorios para ganar más dinero. Ciertas zonas de la ciudad, como La Laguna, alrededores del Paseo Marítimo y, por supuesto, el casco antiguo mantienen legendaria fama de misión imposible.

En las obras del carril bici dicen las malas lenguas que no han ido en plan de todos por igual. La eliminación de aparcamientos ha sido mayor en el Paseo Marítimo que en el Campo del Sur colindante con La Viña. Más plazas eliminadas para la Victoria que para la Caleta. Menos aparcamientos para donde gana el PP y más para donde se impone Podemos. Será casualidad, claro, pero el carril tiene cosas muy raras, y no se ha comido todas las aceras con el mismo apetito.

Aparte de las curiosidades, van a llegar los días de gloria del aparcamiento del muelle. Hasta ahora ha tenido un uso moderado. Sin embargo, en otras zonas de la ciudad, el muelle queda demasiado lejos. En estos días proliferan cartelitos de “Busco plaza de aparcamiento del 1 al 15 de agosto”. El conductor empieza a ser tratado como un asesino del planeta. En Cádiz el mejor negocio será una tienda de bicicletas.

José Joaquín León