EN el Museo de Cádiz no se podrá ver la colección de Bellas Artes ni la de Arte Contemporáneo, ni la de Estatuas Romanas hasta final de año. No es por gusto, sino por las obras que realizarán durante ese periodo para reponer las monteras, que obligan a cerrar dos plantas. Por el contrario, van a permanecer abiertas, como se ha informado, la sección de Arqueología, en la planta baja, y la colección de títeres de la Tía Norica. Es probable que, en Cádiz, esto le importe poco a la gente. Aunque, culturalmente, es un gran bastinazo. Entre lo que no se podrá ver, está una parte de lo mejor del Museo, sobre todo en pintura. Cuenta con una colección injustamente menospreciada e infravalorada, que en el otoño gaditano no quedará a la vista.

Conste que son unas obras necesarias. Cierran las salas por motivos de seguridad y conservación. Sin embargo, debería llevarnos a la reflexión, en la comparativa con otros museos de Andalucía. En el Museo de Bellas Artes de Sevilla será inaugurada, en noviembre, una exposición sensacional de Martínez Montañés, que está destinada a conseguir miles de visitas y aportará turismo. Cientos (o incluso miles) de habitantes de la provincia de Cádiz irán a verla. Según dijo la consejera de Cultura, Patricia del Pozo, la Junta quiere que sea una muestra itinerante. Por lo que se supone que debería pasar por Cádiz. Ya se verá, o no se verá.

Sin embargo, no se ha visto dinero para ampliar el Museo de Cádiz, una reivindicación de las más tópicas de la ciudad, que se repite desde el siglo pasado. Ampliarlo es imprescindible. Mantienen en estado ruinoso importantes dependencias, como la sede de la Academia de Bellas Artes, y se debería aprovechar para darle un salto de calidad al Museo y exponer más obras. Pero tampoco se puede olvidar el desperdicio actual de la Casa de Pinillos, con unos contenidos museográficos lamentables. No sirve para lo previsto. Apenas recibe visitas por la falta de alicientes.

En los tiempos de Susana Díaz como presidenta, la Junta se gastó 27 millones de euros en el Museo Íbero de Jaén, un ejemplo de despilfarro cultural. Carecía de contenidos, sin una colección propia, y no ha llevado más turismo a Jaén, según se quejan los hoteleros. No sé si actuaron por electoralismo. La Junta tampoco trató bien a la cultura de Cádiz. No patinó sólo con el hospital de Puntales y la Ciudad de la Justicia.

La consejera Patricia del Pozo vino de visita a Cádiz; y está por ver si apuestan por la ampliación y revalorización del Museo. Kichi ha pedido para el Museo del Carnaval.

José Joaquín León