LA subasta del edificio del Tiempo Libre por 11,81 millones de euros ha demostrado que invertir en Cádiz es posible. A ello se ha sumado la venta del hotel Senator a la socimi Atom hoteles por 15 millones de euros, aunque lo seguirá explotando la cadena almeriense. Con estas operaciones se ve que el turismo hotelero tiene futuro en Cádiz. Si no han salido otras operaciones asimismo ventajosas es porque no las han gestionado bien. Es lo que ha ocurrido con el hotel del estadio Carranza, que el Ayuntamiento intentó subastar por casi 10 millones de euros. Pero no lo ha conseguido todavía, a pesar de que en varias ocasiones David Navarro lo dio por hecho. No hay que perder las esperanzas. Aunque sea una operación capitalista.

Cuando se supo que el magnate israelí Haim Tsuff perdió en la subasta del Tiempo Libre, un amigo me comentó: “Mira, ahí tiene Kichi una buena oportunidad para venderle el hotel del estadio Carranza”. Yo le contesté que eso sería una salida natural, pero realmente difícil con este alcalde. Para empezar confunden a los magnates con los mangantes. Y en el conflicto del Oriente Próximo está en el lado de los ayatolás de Irán. O también es partidario de Cátar, cuyo embajador vino a Cádiz y prometió el oro y el moro, pero no se ha catado nada todavía. Y lo peor es que el alcalde Kichi fue denunciado ante los tribunales por cancelar un ciclo de cine israelí, que había organizado la Embajada de Israel, y que ya había comenzado en el ECCO.

El alcalde no es favorable ni a los magnates ni a los israelíes. Así que si Haim Tsuff hubiera ganado la subasta del Tiempo Libre no sé lo que hubiera pasado. El magnate tiene negocios hoteleros e inmobiliarios, pero también en el sector del petróleo y el gas. Está al frente de una multinacional que se llama Isrameo y cotiza en la bolsa de Tel Aviv. Es decir, que se dedica a todo lo que indigna a los anticapitalistas de Podemos. Menos mal que ganaron los sevillanos. Al israelí le han concedido el Palacio de Correos de Málaga, donde gobierna un alcalde del PP, Francisco de la Torre, al que no hay quien retire, y tiene a su ciudad que a la vista está. Allí el capitalista de Israel quizá se sienta más a gusto.

No obstante, en Cádiz, poco a poco, se están moviendo también los capitales, con algunos años de retraso. En el entorno de la Glorieta Ingeniero La Cierva pronto habrá tres hoteles de cuatro estrellas (Playa Victoria, SPA Cádiz Plaza y el nuevo), además del Tryp, a pocos metros. Será un reflejo de lo que pudo ser y por fin podrá ser.

José Joaquín León