LA suerte no pasó de largo por la provincia de Cádiz. Es verdad que no tocó el Gordo, que se fue a donde más convenía, pero otros premios se han notado para bien. La capital ha resultado especialmente afortunada. Desde que está Kichi de alcalde tocan más premios. Esto también lo digo, porque es de justicia. Como alcalde podrá gustar o no, pero este hombre no es gafe, las cosas como son. Y desde que Pedro Sánchez ha pactado con Pablo Iglesias, la suerte se ha portado con bien con Cádiz capital, donde ha tocado el tercer premio. Sólo un pellizquito, una serie, que fue vendida en la administración Arias, en la plaza de San Juan de Dios, un lugar bendecido por lo civil y lo religioso, pues enfrente está el Ayuntamiento, y cerca el Nazareno y la Virgen del Rosario.

El número era feo con ganas, de esos que los ves y te dan repelús. El 00750. “Este número se ama o se odia”, dijo Dori de la Rosa. Pasa igual con el alcalde, eso lo digo yo. Sin embargo, todos entran en el sorteo, como se suele decir. Incluso los más repulsivos. Incluso los que tienen tres ceros patateros, como ese. Este año el cero es el número de moda. Hasta el partido Barça-Real Madrid terminó con cero-cero. Por el contrario, el Cádiz-Numancia terminó sin premio.

Después están los quintos. “No hay quinto malo”, se decía en los tiempos de la plaza de toros. Los quintos han tocado en la avenida Marconi y en la calle Trille (en el estanco de Bermúdez). Y en el centro comercial isleño de Bahía Sur, donde han vendido nada más y nada menos que 450 décimos afortunados. Otros pellizcos han llegado a Chipiona, Sanlúcar, Jerez, El Puerto… Se ha notado que Irene García, la presidenta de la Diputación, tampoco es gafe.

Siempre pasa lo mejor, lo que tiene que pasar. Observen dónde ha tocado el Gordo: principalmente en Cataluña (Salou, Barcelona y Súria), y en ciudades de las provincias donde sufrieron inundaciones como Alicante (San Vicente del Raspeig, Alcoy y Moraira) y Murcia (Beniaján y Las Torres de Cotilla). Y, por supuesto, en la inevitable Doña Manolita, de Madrid. Y, además, en Salamanca, y otro pellizquito en la Ronda del Tamarguillo de Sevilla. Además de bien repartido, les ha salido perfecto. Como si la suerte la repartiera Pedro Sánchez, en vez de la diosa Fortuna.

Pero lo más importante es la salud. Decíamos ayer que en el Presupuesto andaluz de 2020, a la salud le tocan 11.056 millones. El consejero, Jesús Aguirre, es como el calvo de la lotería. Dicen que frotar los décimos en la calva da suerte, lo recuerdo para el Niño.

José Joaquín León