LA oposición municipal de Cádiz parece que la ha montado Kichi con algunos fontaneros de Unidas Podemos. Ni a idea le saldría mejor. Decían en la izquierda gaditana que la oposición de los socialistas a Teófila Martínez era de risa, porque tiraban la toalla al ring antes de empezar los combates, y las criaturas iban a los plenos como los mártires al circo de Roma. María de la O, Rafael, Marta… Pasaron por el suplicio, mientras otros compas ejercían el papel de alcaldables de salón. La gente decía: “¡Qué buen alcalde sería Rafael!”, o el que sea, pero se veía más raro que un astronauta de ministro. Después llegó Fran, que también fue inmolado en los tiempos de Kichi. Ahora lo del PP y Ciudadanos es realmente inaudito.

El PP va a poner a Juancho Ortiz como presidente del grupo, que es como si lo nombran rey emérito del Ayuntamiento, mientras que el cargo de portavoz, para la dura lidia con Kichi y su cuadrilla, se lo encargan a Carmen Sánchez. Pasados los tiempos de Romaní para no desgastar a Juancho, parece que Juancho va a ejercer más nobles misiones, y no se va a gastar ni a desgastar. En realidad, parece que en el PP piensan que la oposición a Kichi se la hace el mismo Kichi, y que todo lo demás es una redundancia. En el PP local, no se sabe si uno está subiendo o está bajando, o quizá sea que ya no hay ascensor ni escalera.

¿Y en Ciudadanos qué? Se cargaron antes de las elecciones a mis amigos Juanma y María, que eran los únicos que hacían oposición en Cádiz. Ahora no se sabe lo que hacen los de Ciudadanos, ni si hacen algo. El portavoz iba a ser Domingo Villero, que se pasó a los no adscritos, que es donde se deberían pasar todos, y no se notaría.

¿Y en el PSOE qué? Pues que ahora a Mara Rodríguez le espera un papelón por delante. Un papelón, porque Fran y ella saben cómo es lo que hay, y que no puede ser, y además es imposible. Pero Mara debe ayudar al muchacho podemita; y no se sabe si con eso va a seguir la tradición de los mártires socialistas gaditanos, para inmolarse en el circo de San Juan de Dios, o qué pasará en los próximos tres años y pico.

Eso es lo peor: quedan más de tres años, y algunos ya están tirando la toalla al ring del salón de plenos. La toalla de la oposición se queda incapaz, después de tanto tirarla, si es que alguna vez la ha recogido alguien, que lo dudo. Ahora, cuando empieza el Carnaval, recordamos que en Cádiz hay buen sentido del humor, y que eso es fenomenal, pero además deberían ejercer como concejales, y no gritar todos: “¡Viva Kichi!”.

José Joaquín León