SE habla y se escribe mucho de la presión hospitalaria, pero en esta pandemia echamos en falta el nuevo hospital de Cádiz. Seamos serios. Los gobiernos, tanto del PSOE como del PP, sólo construyen las infraestructuras cuando detectan un nivel de exigencia alto. Sin embargo, cuando los ciudadanos acogen los proyectos con indiferencia pasota, o son sumisos a las cancelaciones (como ocurrió en Cádiz), eso que se ahorran. Les resulta más beneficioso gastárselo en otras ciudades donde los reclaman con más ganas. Así que buena parte de culpa de que el Hospital de Puntales sólo sea un solar con jaramagos es de los gaditanos y de las gaditanas, de la sociedad civil, que no exigió ese proyecto como una necesidad urgente.

En Cádiz todavía hay quienes piensan que Manuel Chaves anunció el hospital porque era un periodo de vacas gordas para las inversiones. Sucedió antes de la crisis. El proyecto incluía al Ayuntamiento y a la Zona Franca; es decir, a administraciones del PSOE y del PP. Facilitaba una operación inmobiliaria en el solar que actualmente sigue ocupando el Hospital Puerta del Mar. Y por ahí empezó la tradicional desconfianza gaditana: estos tíos van a dar un pelotazo con la excusa del hospital.

Era una forma de ayudar a financiarlo. Pero aquí se han acostumbrado a que todo se pague con dinero público, que al parecer llueve del cielo (o de Bruselas), como el maná. Hasta que escampa y llega la sequía, y no llueve nada, y el proyecto se va al garete o ahí mismo. No supieron defender la necesidad del hospital, ni tener mentalidad de futuro. Incluso leímos que era “una obra faraónica”. Aquí siempre se alude a Ramsés II y su familia para justificar que Cádiz siga padeciendo las infraestructuras e inversiones de un pueblo. Sufren complejos de Edipo y no asumen los galones de la capitalidad.

Estos días hemos leído en el Diario que están derivando pacientes a la sanidad privada. Operaciones en la clínica de La Salud, o en otros centros sanitarios de la provincia. Al ser privados ya se les ve como los malos, son capitalistas. Y tampoco asumen que la sanidad pública alcance un nivel de saturación cuando ya no puede dar más de sí. La capacidad se ha desbordado.

¿Cómo estaríamos si Cádiz tuviera un hospital de referencia en Puntales? Más grande, con más servicios, con más personal. En eso consistía aquel proyecto. Cádiz es la capital de la tercera provincia más poblada de Andalucía. El entorno de la Bahía se asemeja a una ciudad con más de medio millón de habitantes, a pesar del cierre perimetral. Ese hospital sigue siendo prioritario para no castigar a varias generaciones.

José Joaquín León