LOS comerciantes siempre se han quejado. Forma parte de la profesión. Cuando las cosas van mal lo dicen, y cuando van bien lo suelen callar. No obstante, en Cádiz capital, el comercio no es lo que debería ser. Y no hace falta que critiquen a Martín Vila. El problema es de más honda raigambre. A la vista está. Basta con pasear por Columela, a la que se supone la calle más comercial de Cádiz, para ver locales cerrados y sin nuevos comercios tras la huida de Zara y otras marcas de Inditex. Una huida que se ha producido sólo en las ciudades y pueblos donde el volumen de su negocio era chungo. Pero no en las grandes capitales ni periferias desarrolladas. Es un síntoma obvio de la decadencia.

Al comercio de Cádiz lo perjudican aspectos que no tienen relación directa con la ciudad, como la pérdida de cruceros. El público forastero salvaba las ventas. En verano la gente no viene para comprar, sino a pasear y a sentarse en las terrazas de los bares, que sí han conseguido sobrevivir. Existe una distancia irreal entre la oferta y la demanda para los alquileres de locales. Muchos gaditanos y muchas gaditanas compran con frecuencia en otros municipios de la provincia. El centro comercial de Cádiz tiene un problema con la carestía de los aparcamientos subterráneos y la pérdida de plazas en superficie. Compite en desventaja con Bahía Sur, donde aparcar es gratis. A esto se suma el cachondeo de los top manta en la plaza de las Flores y Compañía, que son como un outlet ilegal de falsificaciones.

Cádiz no se ha sabido ofertar como una ciudad atractiva para el comercio. El mayor ejemplo lo tenemos en el barrio de Astilleros. El Corte Inglés se ha consolidado. Sin embargo, muchos de sus clientes llegan desde otros municipios, aparcan, compran y se van. Fracasó el intento de crear un foco comercial en esa zona. Es una rareza, porque en los alrededores de El Corte Inglés de toda España abundan los comercios de otras marcas. Cádiz puede ser la única ciudad española con más de 100.000 habitantes que no tiene en su término municipal un centro comercial multimarcas, al modo de Bahía Sur, que es el más cercano. pero en terrenos de San Fernando.

La ruina del comercio en Cádiz es preocupante. A las causas coyunturales de la pérdida de cruceros y la pandemia del Covid se une que grandes empresas la consideran una ciudad decadente, venida a menos. En el Ayuntamiento, Kichi y Martín Vila viven en su burbuja memoriosa y no se enteran de lo que está pasando.

El comercio de calidad crearía empleo y es un factor diferencial entre las grandes ciudades y los pequeños pueblos.

José Joaquín León