VUELVO a decir que uno de los principales problemas de Cádiz, quizás el mayor, es la falta de ideas claras. En la carta o manifiesto que el alcalde de Cádiz, José María González Santos, ha enviado al ministro José Luis Escrivá le pide que vengan afganas y afganos a la ciudad, lo que es muy solidario, y también que establezca “corredores seguros” para las salidas de ese país. Si el ministro Escrivá no es capaz ni de poner en marcha el ingreso mínimo vital, no sé cómo va a establecer corredores seguros con Afganistán, que está lejos de la Caleta, pero bueno lo puede intentar, aunque los talibanes se rían. Sin embargo, lo más curioso de la carta es que Kichi dice también: “Somos una tierra castigada por el paro y el desempleo al que nos siguen sometiendo, pero al mismo tiempo somos una tierra hospitalaria, abierta, inclusiva y solidaria”.

Me centro sólo en la primera parte, aunque la segunda tiene consecuencias: ¿Quién somete a Cádiz y la castiga al paro y al desempleo? ¿Es el capitalismo de las multinacionales? ¿Es el Gobierno del PSOE y sus colegas de Unidas Podemos? ¿Es la Junta de Andalucía, ahora en poder de los fachas? ¿Y el Ayuntamiento de Cádiz, que tenía la culpa de todo en los tiempos de Teófila, ya no somete al paro y al desempleo? ¿Y el emprendedor gaditano, aparte de abrir más bares, no tiene nada que ver? ¿Toda la culpa es de los demás?

Otra curiosidad: hemos leído en la prensa que en Cádiz hacen falta unos 3.000 albañiles y unos 400 camioneros. Son trabajos que no están mal pagados. No cobran como un ministro Garzón, ni como una secretaria de Estado tipo Noelia Vera, ni siquiera como un alcalde al que le abona el salario la Diputación para darse una vueltecita gaditana por allí, pero un albañil o un camionero están mejor pagados que un camarero. Y se puede trabajar en eso, cumpliendo los debidos requisitos.

El victimismo, eso del mundo nos odia y nos castiga con el paro, habrá servido de pitorreo al ministro Escrivá, que quería recortar las pensiones, aunque no lo dejaron. Es imposible que esta ciudad progrese y mejore con esa mentalidad tan poco favorable a asumir la realidad del mundo. Es fácil pedir que los problemas te los resuelvan otros. Y es más difícil tener ideas.

Cuando se habla y se escribe de inversiones para el futuro, se debería plantear la reconstrucción de Cádiz. En todos los sentidos. Es una ciudad a la deriva, mal urbanizada en Extramuros y que se cae de vieja en el casco antiguo. Es un símbolo. Pero además de albañiles, hacen falta arquitectos. Además de camioneros, hace falta saber a dónde vamos.

José Joaquín León